1. Por todas capturado


    Fecha: 18/10/2018, Categorías: No Consentido Autor: pompita, Fuente: CuentoRelatos

    ... desnudez del muchacho aquél. Eran toquecitos sutilmente cosquilleantes, que progresivamente iban aumentando el toqueteo aquél. Aquel chico, parecía enloquecer en desesperaciones inenarrables. Ellas… reían con las más sórdidas risitas y carcajadas. El pene del muchacho iba empalmándose en erección desasosegada, y las carcajadas de todas, mostraban el gozo sádico de todas ellas al así contemplarlo. Lentamente, todas comienzan a darle besitos en la punta del chorizo ya absolutamente empinado, grueso y duro, y el chico aquél no podía ya negar, que lo tenían caliente como a un burro. Y aunque todavía insultaba y gritaba, sus gemidos y suspiros, estaban evidenciando que en todo su ser, el placer desesperado ya lo había dominado enterito. Ellas... se lo decían. Los chorros de leche saltaron cremosos y potentes regando las caras de varias que ahí lo estaban mamando y besuqueando, y ello, delataba aquel primer orgasmo que le habían ellas hecho venir, mientras el chico aquél, casi que rebuznaba como un burro experimentando lo que los haceres de las chicas hacían en su cuerpo. La excitación sexual de aquel muchacho mostraba su potentísima fertilidad semental, ya que no amainaba nunca su rendimiento y respondía su cuerpo con esa fortaleza evidente de su pija manteniéndose siempre dura y larga y gruesa y con sus suspiros y gemidos evidenciando su bestial calentura, y aquellas muchachas... reían aprovechándose de tal cosa, continuando con el hacer continuo de más y más cosas. Lo ...
    ... pajeaban... lo mamaban... lo cosquilleaban... refregaban en su cara los descalzos pies que todas por la cara le deslizaban descalzándose para ello... y obligándolo a lamer y lamer, bajo amenaza de apretarle los huevos, si no obedecía. Y el chico aquél, lamía y lamía los pies de todas. Por su verga... seguían saltándole los chorros de leche. Entonces, desde otro lugar allí muy próximo a donde contemplando aquello escondido me encontraba... fue que pude oír, aquellas delatoras risitas sofocadas para no delatarse, que al mirar con atención, pude ver provenían, de dos niñas que sin haberme advertido, también ellas, estaban siendo testigos de lo que yo estaba viendo. Ahora, cuidando aún más mi silencio y acurrucándome aún mejor entre aquella espesura, prestaba ahora yo atención, a ambas cosas allí: el hacer de aquellas muchachas al muchacho, y la contemplación de aquellas niñas, a cómo aquello se desarrollaba. Ya el hacerle de aquellas muchachas al chico aquél estaba transformándose en la más grotesca cosa como increíble, por lo cual el chico comenzaba a implorarles piedad, y suplicarles casi llorando, que ya por fin lo dejasen en paz... que ya estaba suficiente de... "todo eso". Ellas, riéndose burlonas y haciéndole morisquetas graciosamente socarronas, le comunicaban que aquello... ¡era recién el comienzo! Comienza entonces entre él y ellas una discusión, y ante la desesperación impotente de él, ellas le comunican que van a llevarlo cautivo hasta una finca donde irían a tenerlo ...