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Confesiones del Padre Arturo: "Angeles" parte 2
Fecha: 22/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: PadreArturo4, Fuente: SexoSinTabues
... ayudar. - respondo mientras salgo y Anita me sigue. Mientras salíamos pude girar y observar el rostro de felicidad en Anita. Había cumplido con mi promesa y ahora ella podría tomar este sacramente a fin de año. ] Me encontraba aun pensativo sin ya prestar atención a los ejercicios. Hoy día seria el día en el cual los niños que recibirían la Eucaristía tendrían su paso por el confesionario a fin de que cada uno se “purifique” y de esa forma esté listo para recibir el sacramento. Deseaba poder ver la confesión de Anita sin embargo aún tenía clases en la noche y. -Padre…-escucho una voz a mi lado. Volteo a observar y me encuentro con Anita que estaba a mi costado. Ahí estaba esa niña de cabello castaño recogido en un moño y aun llevando su ropa de educación física. - ¿Qué sucede?-pregunto indiferente, como siempre actuaba en el colegio hacia ella. - La profesora pregunta si puede ayudarle a guardar los instrumentos. - me dice con voz educada. - ¿Ya acabaron? Vale, voy a ayudar. - respondo. Anita se da la vuelta y regresa con dirección al patio. Al mismo tiempo que dispongo a seguirla me fijo por un momento en Anita que avanzaba delante de mí. Se le notaba aun agitada y sudorosa, de seguro por los ejercicios hechos hace un rato. Lentamente sentía como mi instinto empezaba a predominar sobre la razón mientras no dejaba de observarla con un deseo creciente en mí. ------------------------- -AHHHHH!!!! AHHH!!!- gemía Anita mientras se aferraba al colchón que hace un rato había ...
... usado para hacer ejercicio. A cuatro patas esa niña levantaba sus nalguitas bien paraditas. -UFFF!!!…. UFFF!!!…- bufaba yo poseso de placer, con los pantalones abajo y sobre esa niña que debía soportar mi ímpetu por penetrarla. Nos encontrábamos en el almacén donde guardan los accesorios e instrumentos que utiliza el colegio. Había pedido que Anita me ayudara a llevar las cosas para tener una excusa de estar a solas con ella y poder desquitarme sexualmente con esa niña de solo ocho añitos. Me tenía loco el observarla durante sus ejercicios usando solo pantaloncillos cortos de gimnasia que resaltaban sus caderitas. Usando mis típicos engaños la había convencido a fin de poder gozar su precioso cuerpito. -PADRE!!! PADRE!!!- gime Anita cerrando los ojos al sentir como acelero mis embestidas. Solo le queda soportar la culeada que le daba su sacerdote favorito, todo sea por agradar a Dios. Pues ella sabía que su voluntad era absoluta y él la podía requerir en cualquier momento o lugar. -Anita… ohhhhh!! No debes…. hacer ruido…. Ohhh… te podrían escuchar…. OHHH!!!- exhalo fuerte contradiciendo mis palabras. - OHHH!!! Joder… que culoncita!!!- le digo acercándome y hablándole al oído más excitado que nunca. Anita a su corta edad gustaba de correr y hacer ejercicio en la clase de educación física, motivo por el cual iba creciendo saludablemente así como también su cuerpito y sus caderitas que pronto le darían una figura de mujercita. Me excitaba imaginar que cuidaba su cuerpito para ...