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Confesiones del Padre Arturo: "Angeles" parte 2
Fecha: 22/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: PadreArturo4, Fuente: SexoSinTabues
... las mujeres (ya que deseaba poder acercarme a Anita) no intervenía mucho y prácticamente me encontraba de espectador. Pero finalmente yo también termine por aburrirme de esperar la ocasión y me preguntaba si ya sería momento de irme. Tal parece que no encontraría la forma de poder estar a solas con Anita, lo que era mi objetivo. Siempre estaban las madres vigilando a sus hijos y no los dejaban irse más allá. Sobre todo Anita quien su madre no la dejaba apartarse de ella. Supuse que así sería siempre en su casa. Ya derrotado y dispuesto a retirarme fue que me acerco a preguntarle si podía prestarme su baño un momento. -Si… yo le muestro…- empieza como queriendo levantarse pero tal parece que la conversación con los demás era muy amena como para irse. - Ana, muéstrale al Padre los servicios. -Sí, mama. - responde Anita obediente mientras se levantaba de su regazo. Finalmente, era la oportunidad que estaba esperando. Sin saber esa señora me estaba dejando adentrarme en su casa junto a su niña de ocho añitos. Emocionado sigo a Anita a través de esa puerta que conducía a un pasillo. Ingreso al baño -Anita. - le llamo cuando nos encontrábamos ya a cierta distancia. Ella voltea mostrándome una sonrisa. -Acércate. - le ordeno con una voz grave que suena muy seria en aquel ambiente vacío. -Sí, Padre. - responde llegando a mi lado Anita tomándose de las manos en señal de sumisión. Me coloco frente a ella y acaricio su cabecita. -Anita, Diosito se encuentra muy feliz. Muy feliz por ...
... esta ocasión tan importante en tu vida. Y lo que es más impresionante es que lo hayas hecho a tu edad. - le digo con voz seria. Anita solo me observa con atención mientras me escucha hablar. - Es por ello que al ser tan importante ocasión. -digo acercándome y abrazando a Anita efusivamente. -Padre…-dice Anita al sentir mi abrazo e inmediatamente corresponde a este gesto. -…debemos portarnos como él nos exige ya que ambos somos sus siervos. - continuo mientras acaricio su espaldita desnuda por el diseño de su vestidito y desciendo poco a poco. - Y eso significa que debemos “agradarle” como sabemos. - digo al mismo tiempo que finalmente acaricio sus caderitas con evidente deseo. - ¿Lo entiendes?- le pregunto al oído con voz suave -Sí. Padre- responde Anita con una sonrisa en su rostro. - Yo también quería agradar hoy día a nuestro Señor. -Lo sé, Anita. - respondo mientras rápidamente vigilo la puerta atrás nuestra, en alerta de que alguien pudiera entrar. Me separo de ella para hablarle. - Anita, para “agradar a Dios” necesitamos un lugar donde nadie pueda venir y molestarnos. ¿En dónde podría ser?- pregunto mirando a todos lados. -Yo sé, yo sé, yo se Padre…- expresa Anita entusiasmada dando saltitos. - A ver… ¿Dónde?- pregunto. - Podemos ir a mi habitación, Padre. -contesta Anita. - Esta en el segundo piso y lejos de la sala. -Mmm…. Muy bien, pero primero quiero que traigas a tu mama. -le ordeno. - ¿A mi mami?- pregunta Anita extrañada ya que nadie más debía saber de nuestras ...