1. VIAJE EN MICRO


    Fecha: 23/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Masturbación Autor: yepe, Fuente: xHamster

    ... se revolvió un poco en el asiento, girando a su vez hacia la ventanilla. Me quedé helado. Pensé que se había m*****ado, y que todo se iba arruinado.Así¬ que suspendí¬ por unos minutos el lento avance de mi mano, mientras decidía si no era mejor abandonar el intento. Más que decidir, fue el impulso el que decidió por mí¬… iba a hacer otro intento. Dejé que la mano avanzara un poquito, y ya estaba en un contacto más firme con su nalga. Esta vez no hubo reacción de su parte. Sentí¬ que la emoción (o la excitación) me cerraba el pecho, y esperar unos segundos más resultó una eternidad.También tenía que pensar cómo seguir… hasta aquí¬, el contacto podía pasar por casual. Conteniendo la respiración, giré un poco la mano, de tal manera que ya era el costado del pulgar el que hacia contacto con la nalga… se movió apenas, pero de modo que su nalga hacia más presión contra el pulgar. Supuse que en el peor de los casos, estaba muy dormida, pero que sentía el contacto como familiar. Entonces, traté de simular algo parecido… cualquiera que duerma habitualmente con otra persona, puede tender a tocarla inconscientemente. Y que llegado el caso, eso podía ser una disculpa si todo explotaba.Así¬ que más decididamente, levanté la mano y la apoyé en su cadera. Ella no hizo nada, pero yo casi estallo… la cadera era una maravilla, y la aceptación me volvió a cortar la respiración, me causó vacío en el estómago, y una erección inmediata. Dejé la mano en esa posición un instante, y luego comencé ...
    ... a moverla hacia el vientre, muy lentamente.Se me mezclaron las emociones… por una parte, la forma que palpaba era tal como lo había previsto, y encima, no había reacción de su parte.Me puse más audaz… empecé a acariciarle cerca de la cintura. Ella acercó más las caderas hacia mi asiento. Sentí¬ que me mojaba. Y ahora qué? me pregunté. Y ahora sigamos un poco, fue la respuesta clara y contundente.Pero necesitaba cerciorarme. Y asegurar las cosas. Me las arreglé como pude para que ambas mantas estuvieran en contacto, de modo de ocultar lo que pasaba abajo. Y continué con la exploración, bajando por el vientre hacia el muslo. Por la posición de sus caderas y piernas, el rincón sagrado me quedaba bastante oculto, pero de todos modos la caricia valió la pena… todo me confirmaba que era como me pareció al inicio del viaje.Ella volvió a cambiar de posición, esta vez haciendo girar sus caderas de modo que su panza quedaba más accesible. Ahora sí¬, ya no cabía duda… estaba participando del juego. Y la comprobación aumentó la humedad de mi slip. La erección ya era casi insoportable.Avancé decidido la mano hacia el centro de su vientre, y de allᬠhacia abajo, tan cerca de su pubis como pude. Empecé un movimiento muy lento de paseo por toda su panza, que me excitó aún más. Ahora el paso era tomar contacto con la piel, esa tan rosada y prometedora. Así¬ que subí¬ con la caricia justo hasta el punto donde la cintura desabrochada del pantalón había dejado el pedacito de piel al aire. Lo ...