1. Patas arriba (XXIII)


    Fecha: 23/10/2018, Categorías: Gays Grandes Series, Autor: Anderson, Fuente: CuentoRelatos

    ... Ylian con eso de que los museos son entretenidos según la compañía, porque casi no me doy cuenta del tiempo que pasa, aunque cuando pasamos entre dos galerías mi Ricar tiró de mí, me llevó a un sitio que parece una galería cerrada y me dijo que haríamos historia y me empezó a besar como si no hubiera un mañana, debo reconocer que la sensación de estar haciendo algo en un lugar que no debes es genial, lo viví al máximo y no me di cuenta cuando mi Ricar metió mano en mi pantalón, abrió mi cremallera y mi pene salió gustoso a saludarlo, estaba como una piedra y ansiaba las caricias que mi chico le daba, que subían como un pulso eléctrico por mi columna vertebral y salían como suspiros de amor por mi boca. Pronto Ricar dejó de besarme y se arrodilló frente a mí, introdujo todo mi pene en su boca y por poco me hace acabar, pero me pude contener y, tras hacerle parar un segundo, empecé a disfrutar el momento y me dejé llevar, de repente, mi novio se levantó, me sujetó contra la pared, se giró y tomó mi falo en su mano para introducirlo todo de golpe en su ano y hacerme tocar el cielo, menos mal que tuve algo de cordura y no grité de placer como me habría gustado hacerlo, aunque por la presión que sentí en mi pene, me di cuenta que Ricar entendió perfectamente. Lo hice mío por un buen rato, me sorprendió el aguante que tengo ahora, y pude sentir como el culo de mi chico se contraía en un orgasmo, lo que me hizo terminar dentro de él y no pude evitar un gemido. Ricar se volteó de ...
    ... cara a mí nuevamente, me dio un largo, dulce y tierno beso, sacó de algún sitio unas toallitas húmedas, se limpió su mano, recogió un poco mi sudor, nos vestimos entre besos y nos unimos al siguiente grupo que pasó por allí como si nada hubiera pasado. Ricardo Tomando en cuenta que la galería estaba en desuso, espero que no nos filmaran las cámaras de seguridad, pero tampoco me importa si los seguratas nos vieron, al final de cuentas no nos interrumpieron, aunque casi me voy de espaldas cuando noté que nos estaban mirando fijamente dos personas: Tavo y Dani que salían de algo que parecían ser unos baños, aunque a juzgar por lo desaliñado que se veía Dani, creo que ellos también hacían historia en el Louvre, pero no pienso preguntar. En cuanto los cuatro nos repusimos de la impresión de ser pillados, nos reímos un poco y ya cuando salíamos del museo les preguntamos qué hacían allí, principalmente porque Tavo no debía separarse de Edu y nos dijeron que se habían ido a ‘buscarnos’, aunque el guiño de ojo decía todo lo contrario, habían planeado lo mismo que yo, aunque ellos se arriesgaron a ir a un baño público. Cuando regresamos al hotel, ya entrada la noche, porque también fuimos a Nôtre Dame, los chicos nos miraron intrigados, en mi interior agradecí que mi cuñado estuviese en Londres, porque ahora mismo se estaría quedando con nosotros como pocas veces, pero para mi desgracia sí que estaba su mellizo de otra madre, el Cami no pudo evitar empezar una tanda de bromas de las que ...
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