1. Mis dos familias - 07 de 10


    Fecha: 26/10/2018, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... transcurrió preparando mis maletas y los regalos que había comprado. En la cena sentía el ambiente tenso pero no hablamos sobre lo que nos preocupaba a mi y a él, mamá vivía aparte, en su mundo. Don retrasó la marcha a su trabajo para llevarme al aeropuerto aparentando que no pasaba nada y continuábamos como antes. -Espero que te diviertas, dales recuerdos a Javier y su familia, no vayas enfadado, te lo van a notar. -me abracé a él y me encaminé a salidas sin hablarle. Esperaba el equipaje en la terminal cuando mi padre me llamó para decirme que enviaba a Diego a buscarme, estaba en la ciudad haciendo recados y aprovecharía al tener la furgoneta con él para recogerme. Tuve que esperar un rato en la parada de taxis y comenzaba a impacientarme cuando escuché que me llamaba. -¡Telmo, aquí! -me gritaba desde donde estaba, al final de la cola de taxis y le hice señas para que viera mis maletas, salió de la cola y se dispuso en segunda fila estorbando el tráfico. -¡Hermanito!, parece que vienes para un año. -me dio un pequeño y corto abrazo metiéndome prisa, el vigilante de la circulación venía hacía nosotros para que circuláramos. -Como tendrás la habitación para ti solo no tendrás problemas de espacio. -sus palabras me sorprendieron. -¿Ya no vamos a estar en la misma habitación? Prometo no violarte ni pedirte que lo hagas tu. -soltó una carcajada palmeando en la puerta con la mano que llevaba fuera. -Te veía muy serio cuando te encontré y ahora estas gastando bromas, me alegro. ...
    ... Ahora vivo en mi casa hermanito, tengo un nidito para mi solo. -corría demasiado y aminoró la marcha para desviarse de nuestro camino. -¿Qué haces? -Voy a enseñarte mi casa, no nos entretendremos mucho. -le notaba feliz y dichoso y me concentré en el camino por donde me llevaba, era una zona nueva de la ciudad con edificios de unos ocho a diez pisos de altura, con jardines que aún no habían terminado y trabajaban en ellos una cuadrilla de operarios. Detuvo la furgoneta delante de uno de ocho alturas, de paredes lisas sin balcones con grandes y altos ventanales, era el número doce. Cerró la furgoneta y emprendió el camino deprisa recorriendo los veinte metros que nos separaban de la puerta con pasos grandes y rápidos. En los pulsadores del ascensor accionó el octavo. Al salir tuvimos que subir otro piso más pero a pie, el ascensor solo llegaba hasta el anterior y en la terraza, en el centro del edificio tenía su estudio, rodeado de una gran terraza por los cuatro costados. La casa era pequeña, un gran salón con cocina americana y una habitación con un baño, como unos sesenta metros, lo más bonito resultaba la terraza y desde ella se veían las playas, tenía sacos de tierra amontonados y jardineras sin plantar aún. En la casa había pocos muebles, los justos y necesarios, me precedía enseñándomelo todo esperando mi aprobación. -¿Te gusta? Esta será mi casa cuando la termine de pagar, ahora es del banco. -se puso a reír su propia gracia a la vez que me abrazaba entusiasmado. -¿De ...
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