En casa de mis suegros
Fecha: 29/10/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Tabú
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
En casa de mis suegrosApenas recién casados, Víctor comenzó a hacer algunos viajes de trabajo al interior casi todas las semanas.En una ocasión, al ausentarse mi dulce esposo por un par de días, mis suegros me invitaron a quedarme a dormir en la casa de ellos. Acepté encantada, porque después de todo iba a estar sola y a ellos no les venía mal un poco de compañía.Ellos siempre habían sido una pareja muy agradable conmigo.Por entonces Ofelia tenía unos cincuenta años cumplidos, con un cuerpo espléndido bien mantenido con gimnasia y dieta, además de un espíritu joven y una sensualidad a flor de piel increíble para su edad. Su marido Ernesto también había superado esa misma edad, aunque tenía la pinta de un galán de cine, siempre seductor y elegante, jovial y de buen humor.Recuerdo que había elegido la antigua habitación de soltero de Víctor, algo cercana a la que compartían Ofelia y Ernesto.En mitad de la noche me desperté sedienta, así que me levanté para ir hasta la cocina. Al regresar por el pasillo pude oír unos suaves gemidos que por supuesto correspondían a una inconfundible sesión de sexo, provenientes de la habitación de mis suegros.Intenté pasar sin hacer ruido, pero la puerta estaba entreabierta y mi curiosidad era demasiada, así que me asomé discreta y silenciosamente para espiarlos.Ofelia estaba en cuatro sobre la cama, jadeando bajo las embestidas que le daba Ernesto desde atrás, al estilo perrito. Ella le pedía que se detuviera porque ya no daba más, pero él ...
... seguía entrando y saliendo todavía con más furia. En un momento se detuvo sin acabar y se retiró, pidiéndole a Ofelia que se apoyara contra la pared, para poder darle por el culo como a ambos les gustaba.Mientras mi suegra saltaba de la cama y se ubicaba en posición, abriéndose las nalgas con ambas manos, pude ver por primera vez la gigantesca verga de mi suegro. Era de un tamaño increíble, casi el doble de lo que tenía mi esposo y además bien gruesa y totalmente endurecida.Enseguida se ubicó detrás de Ofelia y la penetró por el culo en una sola estocada, hasta el fondo, sin ningún tipo de lubricación o dilatación previa. Por supuesto mi suegra dejó escapar un agudo alarido de dolor, poniéndose en puntas de pie debido al empuje de semejante brutal embestida.Estuve un largo rato observándolos, la situación me producía una intensa excitación, sintiendo que mi concha se humedecía cada minuto más. Finalmente terminé deslizándome silenciosamente en mi habitación y me masturbé con mis dedos mientras todavía escuchaba los jadeos apagados de Ofelia.Por la mañana los encontré desayunando, todo muy tranquilo y normal. Hablamos de mil temas como si nada hubiera pasado. Ernesto se fue a trabajar a su pequeño aserradero ubicado cerca y Ofelia salió a hacer compras al mercado. Yo me quedé a completar unos documentos pendientes de mi trabajo, ya que ese día no necesitaba ir a mi oficina.Al mediodía me llamó mi suegro al celular, diciéndome que me esperaba en su oficina para hablar de algo ...