1. Mis machos del campo (Séptima -y tal vez- última parte)


    Fecha: 29/10/2018, Categorías: Confesiones Autor: chabelita, Fuente: CuentoRelatos

    Los chicos fueron mis respetuosos con el tiempo que les pedí para acomodar mis ideas después de la partida de Luis. Solo hacían mensajes preguntando como estaba o si necesitaba algo. Nos veíamos en el patio desde lejos y ellos me tiraban algún beso cariñoso y un saludo que yo respondía de mismo modo. Me hicieron bien esos días para liberarme del remordimiento que tenía por la forma que había engañado a Luis mi marido y también para planear como haría ahora que tenía involucrado en mi vida a don Carlos, ya que no lo quería perder ni a él ni a mis chicos. De todos modos iba a ser obvio para ellos que cuando viniera don Carlos estaría en casa y eso indicaría que algo había entre él y yo. Pocos días después con la mente más fría y el cuerpo más caliente decidí que era momento de volver a la ¨normalidad¨. Era media tarde y luego de escribir las últimas sensaciones en mi pendrive, releí todo lo que había escrito con lujo de detalles desde el día que llegue al campo, a medida que avanzaba en la escritura me iba calentando cada vez más. Decidí hacer un mensaje a los chicos pidiéndole que vinieran ni bien lleguen del trabajo. Prepare algo para invitarlos a comer, me bañe, perfume y me puse una ropa bien linda para estar bella para ellos, llevábamos muchos días sin coger y yo realmente estaba alzada como una perra. Aparecieron un par de horas más tarde, los tres recién bañados .Al entrar los salude a cada uno con un beso en la boca, el melli Juan último en besarme empezó a ...
    ... manosearme toda, mientras Ricardo y el melli Luis traían apurados el colchón y lo colocaban sobre el piso del comedor, para esto ya el melli Juan me había desnudado y me estaba cogiendo, yo con mis manos contra la pared y el desde atrás prendido de mis tetas moviéndose sin parar. Entre los tres me llevaron al colchón, estaban tan o más alzados que yo y querían cogerme los tres al mismo tiempo. Le pedí a Juan que se ponga boca arriba, me arrodille sobre él y sentí como entraba su pija en mi concha y a Ricardo escupiéndome el culo para lubricarlo y cogerme por ahí, ya tenía dos pijas dentro mío, el melli Luis se arrodillo al lado de mi cara y empecé a chuparle la pija desesperada de calentura, él se movía de tal forma que más que estar chupándosela sentía como que me estaba cogiendo por la boca, así empezó la orgia y después se fueron turnando para cogerme de todas formas, yo era una especie de contorsionista tratando de que mi concha, mi culo y mi boca le queden siempre disponibles para que ellos pudieran tenerme cogida permanentemente. Esta vez pude saber que la fiesta duro dos horas de leche tibia y carne dura dentro mío. Deje de pedir más y más recién cuando ellos se rindieron de cansancio. Estaba físicamente agotada y dolorida por todas las posiciones que me habían puesto. Ricardo y el melli Luis ya sin aliento se tiraron en el sillón, el melli Juan y yo quedamos en el colchón abrazados, nunca me imaginé vivir semejante escena. Como veces anteriores nos bañamos los cuatro entre ...
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