1. Internet y sus relaciones V


    Fecha: 29/10/2018, Categorías: BDSM Sexo con Maduras Sexo Duro Autor: Escritordebondage, Fuente: xHamster

    Era lunes. El profesor de Algebra estaba hablando y escribiendo en la pizarra, pero Susana Salgado no le estaba prestando atención. Sus ojos estaban fijos en la chica que estaba en la fila de delante, un asiento a su derecha. Ruth no le había saludado al comienzo de la clase. Era lógico, después de la forma en la que había abandonado su casa el sábado por la noche tras haberla abofeteado. Pero ¡qué podía esperar! Aquella sesión había sido una humillación para ella y su amiga había tomado parte activa...El domingo había sido un día extraño. Se había pasado la mañana encerrada en su habitación intentando estudiar, pero cada poco recordaba los acontecimientos de la noche previa y para su infinita vergüenza no podía evitar masturbarse. Lo hizo hasta en cinco ocasiones. Sentía una ira y una rabia intensa por la forma en la que le habían tratado, pero en el fondo no se podía negar a sí misma que una parte de ella había disfrutado con el tratamiento. Y sin duda, los intensos orgasmos que había tenido eran una prueba de ello. Tenía el trasero dolorido por los azotes y la inserción del pepino y le costaba andar normal, aunque su esfínter había recuperado el tono muscular. Lo que no había cambiado era su sexo, que seguía sin un solo pelo, como el de una niña.Tamara le había llamado a medio día para contarle los pormenores de su noche con Rafa y Carlos le había telefoneado poco antes de comer para quedar. No le apetecía nada, quería estar sola, pero se forzó a salir. Pasó toda la tarde ...
    ... con él. Tomaron algo, hablaron, se besaron... A pesar de que se había lavado la boca a conciencia, Susana no pudo evitar pensar que la lengua de su novio estaba acariciando zonas que habían estado bañadas por el néctar de su amiga y sorprendentemente, un intenso y familiar picorcillo se extendió por su sexo. Entonces, cerró los ojos y besó a Carlos con lujuria, imaginandose por un momento que acababa de comerse a Ruth y que el sabor de su coño estaba aún fresco en su boca. Se puso tan cachonda que Carlos tuvo que recordarle que estaban en un bar y que la gente los estaba empezando a mirar.Vamos al coche –dijo el muchacho- tengo la polla a punto de reventar.Pagaron las consumiciones y salieron del bar. Carlos condujo hasta un descampado donde solían montarselo y los dos se pasaron al asiento trasero. A Susana nada le apetecía más en ese momento que sentir el rabo de su novio dentro del coño, pero sabía que no podía. Cómo explicarle la ausencia de pelo, el trasero enrojecido por la azotaina y los restos de rotulador. Por mucho que había frotado sus doloridas nalgas con la esponja no habían acabado de desaparecer.No podemos follar –dijo- tengo la regla...Esperaba que Carlos se creyese la mentira. Y lo hizo. Su cara se transformó en un poema de decepción.Pero estoy deseando comerte la polla –continuó.Carlos la besó con pasión mientras ella le desabrochaba el botón del pantalón y le bajaba la bragueta.Levanta un poco el culo –pidió.El muchacho levantó el trasero del asiento y su ...
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