viaje a sinaloa
Fecha: 03/11/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: pntenso, Fuente: xHamster
... se fuera. Después alcancé a oír:-Sale en una hora, puerta 5-Esta bien, démelo-Le dieron un sobre que guardó en un bolso muy grande que llevaba, se volvió hacía mi y me dio las gracias con un sonido casi imperceptible.Cuando llegué a la taquilla ni lerdo ni perezoso, pedí lo mismo:-Quiero un boleto para el próximo autobús a Los Mochis--La taquillera, me lanzó una picara mirada y me dijo al tiempo que me entregaba el boleto:-Sale en una hora, por la puerta 5, no se olvide, puerta 5-Le agradecí nervioso y me retiré de la taquilla. La dependiente se dio cuenta de mis intenciones lo que me causó un poco de vanidad. Seguir admirando la belleza de esa mujer valía gastar un poco más en el boleto, pues mi destino era antes, mucho antes, de llegar a los Mochis.Me introduje en un restaurante ubicado en la misma terminal y pedí un pequeño refrigerio. Comía cuando vi pasar a la mujer y al naco. El desaseado hombre seguía gritándole, gesticulando y moviendo las manos exageradamente, parecía que tenía aspas, hasta pensé: A este baboso le amarran las manos y lo dejan mudo.Terminé de comer y solicité la cuenta, vi unas galletas y pedí que las incluyeran. Salí del restaurante y me encaminé a la sala de espera de la puerta 5.Cuando llegué no había ninguna persona, me senté, saqué un periódico y empecé a hojearlo. Los asientos estaban dispuestos unos enfrente de los otros, formando unos pasillos como de tres metros.Escuché otra vez gritos y ya sin necesidad de voltear, sabía quien llegaba a la ...
... sala de espera. El patán seguía con su m*****a cantaleta,ella miró para todos lados y se sentó justo enfrente de mi. Situó su gran bolso a su lado izquierdo, el hombre ocupó el asiento del lado derecho y continuó con sus groserías, subiendo de tono su chillona y desagradable voz. Ella seguía sin decir nada, El patán además de insultarla de palabra lo hacía de hecho, pues cada que pasaba cerca una mujer con todo descaro la piropeaba y le decía a ella:-Mira esa sí es mujer, no como tú, mira como se le marca su coñito en el pantalón, de seguro lo trae bien rasuradito-Al escuchar lo dicho por el estúpido, ella y yo, asombrados, nos miramos a los ojos, no podíamos creer tanta grosería, yo pensaba para mis adentros:- idiota no sabes lo que tienes-La mujer regresó su mirada al suelo y se cruzó de piernas, se giró un poco a la izquierda y se jaló hacia arriba un poco el vestido, dejándome ver sus hermosas piernas hasta arriba de los muslos. Yo le agradecí el entretenimiento con un ligero movimiento de cabeza y me dediqué a admirarla totalmente. Su rostro redondo albergaba unos hermosos ojos verdes, su nariz era pequeña y respingada y boca de labios grandes y carnosos; su tez, extremadamente bronceada, hacia resaltar su negra y larga cabellera. Llevaba un vestido que se le pegaba al cuerpo como segunda piel, abotonado desde el escote hasta el dobladillo, un suéter negro de manga larga y unos zapatos de tacón alto. Como ya lo había visto, sus senos eran grandes, yo calculé talla 38, ...