1. EN LA OFICINA CON ZAYN


    Fecha: 03/11/2018, Categorías: Gays Autor: J2939, Fuente: SexoSinTabues

    ... lo que estaba encima de su escritorio mientras hacia que me recostara de forma tal de dejar mi culo expuesto hacía él. Inmediatamente su lengua se hizo dueño y señor de mi agujero que deseaba intensamente ser penetrado por su gruesa verga. No podía creer que yo estaba siendo el protagonista de lo que tantas veces había visto en fotos, tenía mi camisa a medio desabotonar, la corbata todavía rodeaba mi cuello, y aun tenía una pierna dentro del pantalón. La lengua de Zayn lubricaba mi hueco para permitir la entrada de uno de sus dedos, cuando vio que yo no tenía problemas en aceptarlo introdujo el segundo. Si no hacía eso sería muy difícil que sus 8 cm de grosor entraran sin hacerme daño. Cuando mi culo ya tenía cómodamente tres de sus dedos, se retiró de mi. Yo sabía lo que venía a continuación, no podía creer que me estaban cogiendo medio vestido sobre un escritorio, y que quien me estaba cogiendo era mi amigo Zayn. Su verga entraba y salía de mi culo transmitiendo todo tipo de sensaciones, al poco tiempo la fuerza de sus penetraciones era tal que estábamos rodando el escritorio. Entre gemidos y gritos de los dos, sentí como ...
    ... Zayn me llenaba con toda su carga de semen caliente mientras se desplomaba sobre mi espalda. Así quedamos un momento, en silencio pensando en todo lo maravilloso que me acababa de ocurrir. Zayn distrajo mis pensamientos cuando se salió de mi y me pidió que me volteara hacia él. Yo obedecí diligentemente y cuando estuvimos de nuevo frente a frente, Zayn lentamente se agachó hasta que su boca dio a parar sobre mi verga; de nuevo quedé asombrado de su experta lengua, no había un solo pedazo de mi verga y bolas que no fueran recorridos por ella; se la tragó toda y yo empecé a cogérmelo por la boca. Poco a poco al comienzo, y luego acelerando hasta que acabé en su boca. Yo convulsionaba por el orgasmo, mientras él cuidada de no dejar caer una sola gota de semen. Nos abrazamos durante un buen rato, y luego nos vestimos y recogimos el reguero de papeles, lápices, y demás artículos de escritorio que llenaban el piso de la oficina. Han pasado dos meses desde entonces, y todavía no me he inscrito en el gimnasio. Sin embargo, el estrés ha desaparecido gracias a las sesiones de ejercicios que Zayn y yo hacemos frecuentemente en su oficina. 
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