1. LOS VIAJES DE ALEIDITA SOLITA. 3ª. PARTE.


    Fecha: 05/11/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: sexigaleno, Fuente: SexoSinTabues

    ... por la parte de atrás, la faldita que por el vuelo de los tablones no se veía que estaba levantada, se despegó por un momento y se acomodó ahora entre el calzoncito tipo bóxer que ese día llevaba de color rosa pastel, le enfundo perfectamente el glande hasta sentir el calor que emanaba ese anito virgen, para dar rienda a movimientos coitales sin penetración, ella a la vez alzaba y bajaba, paraba y sumía su potito que era embestido lujuriosamente, una mano de ese hombre tomó la cinturita breve y la jaló hacia él, para que casi al momento ese hombre eyaculara potentemente la prenda interior de Aleidita, quien al sentir la humedad caliente traspasar su lencería, ella también y por primera vez sintió que se orinaba con ciertas ganas en espasmos, los cuales y para su sorpresa bajó su rostro al piso y observó que no había señales de orina de ella, discretamente bajó su mano cubriéndose con una bolsa que llevaba, para cargar los útiles, tocándose su pequeña intimidad, la cual sintió mojadita de fluidos femeninos, los cuales no conocía y que ella emanaba en punto de excitación ya que las anteriores veces que le había pasado eso, fue orina la que botaba en gotas o chorritos intermitentes, pero ahora fue su lubricación coital la misma que desconocía, pero que le había gustado sentir en ese momento y por un desconocido. Todavía faltaba mucho para llegar a la capital y la gente seguía amontonada, el hombre al ver que Aleidita había dejado la bolsa cubriéndose el frente, opto por meter ...
    ... la mano por la parte de atrás de la falda e irla encaminado por la parte de la costura lateral derecha de ese boxercito y hacia arriba la mano se deslizaba lentamente, hasta llegar por momentos a sentir el monte de venus que alzadito y caliente esperaba ser acariciado, hasta que encamino los dedos y fueron a parar a la breve rajita que divide sus labios vaginales, a los que les dio un masaje encima de esa prendita humedecida por ella, la cual no opuso resistencia y cooperando abrió el ángulo de sus piernas, para que un dedo diera masajes al botoncito de placer, que así le llama ella, y sentir de nuevo sensaciones de orinarse, a lo que en un par de minutos otra vez la sensación le llegó y otros fluidos impregnaban más la intimidad que traspasaba juguitos a los dedos violadores de ese individuo, quien al ver lo cooperadora que era esa niña y por la parte de arriba y abajo del ombliguito metió su mano, entre la pielecita y telita íntima, para palpar directamente la carne caliente y nuevamente a encaminar su dedo medio derecho y calloso a la rajita que esperaba esa maniobra y que al sentir esos dedos auscultadores, el calor y lo manado por ese pequeño conejito, lo masajeo sin obstáculo alguno, sacaba su mano y la llevaba a su boca, por varias veces, sin que se notara esos atrevimientos que estaban ocultos entre los dos, el aroma suave de Aleidita, el calor que pasaba a esos dedos, el sabor que se estaba llevando esa tarde ese hombre en su sentido gustoso, le volvió la erección de ...
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