Clases prácticas de sexualidad por parte de mi amiga
Fecha: 06/11/2018,
Categorías:
Primera Vez
Masturbación
Autor: RewweR010, Fuente: CuentoRelatos
... recorría y la guie hacia mi vagina, y la mano que tenía sobre mi boca comencé a lamerla de a poco… Mi lengua se percataba que su mano estaba algo sucia, probablemente con tierra, pero no me detuve. Al parecer le gustó lo que estaba haciendo, pues esa mano que me cubría se cambió con un dedo que comenzó a introducirme, yo le hice lo mismo que hace un rato había hecho con el mío, mientras su mano la metía bajo mi tanga y comenzaba a masturbarme. ¿Qué es lo que me pasa, por qué hago esto? ¿Estoy loca acaso?, Es que por todos los dioses… se siente tan bien que ya no tengo miedo, ya no me detendré, quiero disfrutar, por lo que este desconocido tendrá el honor de desvirgarme y hacerme lo que le apetezca. Mientras me masturba siento como se inclina un poco hacia adelante y dice, “Así que te gusta espiar eh… ¿Así quieres que te lo haga perra?”, le respondo que sí y de inmediato quita sus manos de mí y me baja el short y la tanga. Coloca su cabeza por mi culo y comienza a lamer desde mi clítoris hasta mi ano, lo que para mí fue la mejor sensación de la vida, con cada centímetro que recorría su lengua yo me estremecía, y el ver cómo Jenny continuaba en lo suyo me calentaba aún más. Sacó su juguetona lengua e introdujo de golpe su duro miembro en mí. Mi grito fue muy fuerte y sin ningún tipo de disimulo, pero tampoco me importaba, pues por fin me había atrevido a que un pene me atravesara, por lo que cualquier escándalo que hiciese me lo había ganado. Mi compañero se apoyó sobre mí y ...
... con sus manos tomo mis pechos y comenzó a balancearse haciéndome llegar al cielo entre una mezcla de dolor con placer. Por su parte mi amiga estaba en las mismas condiciones que yo, por lo que me di cuenta de que él literalmente estaba imitando lo que ellos hacían por lo que para no quedarme corta hice lo mismo, seguir cada movimiento de mi amiga. Desenfrenados y drogados de placer nos movíamos disfrutando cada centímetro que nuestra piel compartía, rompiendo por completo el cascarón de la virginidad y frente a mis ojos un mundo de diversión y lujuria; Estoy en el cielo. El chico del árbol tomó se recostó y Jenny se posó de inmediato sobre él, frotando su clítoris con el pene para luego introducirlo. Nosotros también seguimos sus pasos, quedando en una posición que me dejaba apreciar el rostro del chico. Resultó no algo como lo que yo esperaba, pues era mayor, bordeando los 40 años quizá, con barba, y la cara no sólo sucia sino que también con algunas arrugas. Su abdomen no estaba marcado pero al posar mis manos en él sentí lo firme que era, y sus brazos eran muy fuertes. Fue ahí entonces cuando caí en cuenta de una gran verdad; era un trabajador y no otro invitado a la fiesta. En ese momento me di cuenta de que esto estaba fuera de control y que imitar a Jenny era encarrilarme otra vez tras sus pasos, ¡pero yo ya no quiero eso, quiero gozar a mi manera, con descontrol! Acerque mis manos a las ramas que formaban la ventana con la que los podíamos ver y la destrocé, dejándonos ...