Con ayuda de mi suegro
Fecha: 06/11/2018,
Categorías:
Incesto
Infidelidad
Autor: Sandra_lujuria, Fuente: CuentoRelatos
... continué–Si quieres que te deje meterme el dedo, vas a tener que darme otros cinco mil. -¿Qué te pasa? Sí estás buena, pero no es para tanto. Si me dejas darte unos besos y meterte el dedo te doy otros tres mil. Es todo lo que te ofrezco- Pensé que con ese dinero ya me alcanzaba para irme con mi hermana, así que acepté. Me puse de pie y le dije que sí, que estaba bien. Cerré los ojos para no tener que ver la fea cara de mi suegro mientras me besaba. Se entretuvo un rato en mis senos mientras le dejaba meterme la lengua en la boca y un momento más tarde, introdujo su índice por mi conducto vaginal, que a pesar de todo el asco que sentía, estaba húmedo y latía con fuerza. Me sentía rara ahí parada. Todo mi cuerpo estaba quieto, a excepción de mi boca, que se movía contra mi voluntad correspondiendo los besos que don Fernando me daba mientras sus manos nos masturbaban despacio al mismo tiempo. -Te calienta ¿Eh?- Me preguntó. Yo no le respondí, pero debía aceptar que el viejo sabía cómo tocarme. Se me ocurrió que poniéndolo más caliente podía sacarle más dinero y sacrifiqué lo que me quedaba de dignidad pensando en mi futuro y me decidí a agarrarle la verga. Don Fernando no paraba de besarme y su respiración de hizo entrecortada cuando la piel de su asta se recorrió hacia atrás liberando un glande hinchado y enorme. -¿Cuánto me pagaría si se lo mamo?- No entendí por qué se había separado de mí en ese momento, pero lo hizo para sacar de un librero dos gruesos fajos de billetes. ...
... Yo nunca había visto tanto dinero junto. -Aquí hay veinte mil pesos, son tuyos si me haces una buena mamada. -Está bien, acérquese- Le pedí mientras me arrodillaba sintiendo que la victoria era mía. Succioné el glande de don Fernando en cuanto lo tuve frente a mí y luego me puse a darle vueltas con la lengua. Cuando me lo metí todo a la boca, mi suegro casi pierde el equilibrio y se fue a sentar. Yo seguía mamando mientras el viejo me empujaba de la nuca marcándome el ritmo que le gustaba. Me até el pelo usando mi tanga, porque me estorbaba y miré a los ojos del hombre que compraba mis favores pensando en que pronto me iría con todo ese dinero. -¿Le parece una buena mamada, suegro?- Le pregunté sin dejar de lamer el tronco enorme que sostenía con una mano. -Vale cada centavo que te voy a dar. No hay nada como una cara bonita como la tuya con una verga en la boca. Trataba de controlarme, pero me estaba poniendo muy cachonda. Nunca lo había hecho por dinero y que la primera vez fuera con el papá de mi esposo me puso bastante mal. Pensaba en eso cando don Fernando me dijo que lo dejara masturbarse entre mis piernas. Contenta por tener dinero suficiente para marcharme cuanto antes, accedí -“Mientras más rápido termine, mejor”- pensé mientras me acostaba boca abajo en el sofá como me dijo mi suegro. Él se desnudó por completo y su voluminosa barriga embonó extrañamente en la curva de mi cintura cuando se acostó encima de mi. Sentí que me ponía el fierro entre las nalgas y luego de ...