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El piso (III: La cocina es un buen lugar...)
Fecha: 07/11/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... oírles y avisar a la policía. Esther podía sentir la polla perforándole su recto y los músculos que rodean su ano extendidos y tirantes abrazando el duro tronco que la estaba empalando y que rozaba sus paredes produciéndole un placer para ella indescriptible y que sólo podía expresar con sus gritos. Nuria acariciaba los testículos a Jorge colocada detrás de él siguiendo toda la operación y escupiendo sobre la polla cuando entre embestida y embestida quedaba medio fuera del estrecho orificio. Después de tenerla dentro y debido a la excitación del momento no aguantó más de cinco o seis embestidas y sacándola se corrió derramando todo su esperma sobre las nalgas y dentro del gran agujero que, debido a su dilatación, había dejado su polla. Nuria se acercó a lamer toda la leche que corría por las nalgas de su compañera sin dejar una gota limpiándole todo el interior de su ano con la lengua. - lo siento - decía Jorge - no pude aguantar más. - Tranquilo, ve al baño, y después seguiremos. Tenemos todo el día. - dijo Nuria. Jorge se fue al baño a limpiarse su polla que estaba pringosa de la mezcla de la mermelada, la nata y la saliva. Una vez dentro no pudo sentir otra cosa que rabia, no solo él no había controlado la situación sino que además se había corrido como un quinceañero en su primera experiencia sexual estropeando el momento que más había deseado. Mientras tanto en el exterior del baño, en la cocina, Nuria seguía besando el trasero de Esther al tiempo que las dos se reían: - ...
... Pobre, no ha podido aguantar - decía Nuria. - Lo calentaste demasiado. - Tranquila ahora volverá con más ganas y aguante. Las dos se besaron apasionadamente abrazándose en el suelo. Esther sintió deseos de lamer la rajita de su amiga y abriéndole las piernas comenzó a hacerlo. Nuria gemía y con su mano acariciaba su sexo entre la lengua de Esther. Después de un rato pensando en lo ocurrido Jorge se decidió a salir y reunirse con sus compañeras que seguramente estarían riéndose de él. Cuando entró en la cocina sus dos amigas seguían en el suelo, Nuria estaba sentada literalmente sobre la cabeza de Esther mientras ésta le chupaba coño que mantenía abierto con sus dedos permitiéndole penetrar hasta lo más profundo de su vagina. Sus cuerpos brillaban por la humedad de la cerveza derramada sobre ellos y estaban salpicados de manchas blancas de la nata, y rojas de la mermelada. Contempló la escena callado y sin decir nada, pasado un momento tosió y Nuria se giró para mirarle. - !Hey! ¿Qué tal? - Bien,.... perdonad lo que pasó...yo...estaba muy.. -tranquilo, era lógico, estabas muy caliente, pero eso lo puedes solucionar ahora... Nuria se acercó de rodillas a Jorge y cogió con su boca la polla que colgaba entre sus piernas como si estuviera desinflada. Esther se acercó por su espalda y acarició su culo metiendo su mano entre sus piernas y agarrándole sus pelotas. Jorge las veía juguetear entre las piernas disfrutando de aquella sensación, hasta que notó algo nuevo en el orificio de ...