1. EL RICO MASAJITO A LAURA


    Fecha: 08/11/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Conocí a Laura una calurosa tarde de verano. Conocí a Laura una calurosa tarde verano. Estaba tomando una cerveza fresquita con una amiga en una terraza y sonó su teléfono. Era Laura, a la que hasta ese momento no conocía. Charlaron por teléfono y dijo que se apuntaba a tomar algo. Al cabo de unos 20 minutos apareció ella. Iba vestida con una falda muy corta de color blanco y un top de color azul claro. Laura era una chica alta, de cuerpo firme, su melena de color oro con pelo rizado hasta el cuello. Tenía unos ojos marrones oscuros muy bonitos y una sonrisa preciosa. Pero lo que más realzaba de su cuerpo eran unas largas y buenas piernas, perfectas para darle un buen masaje. Mi amiga nos presentó y ella se sentó en la mesa, cruzando sus piernas, muy sensualmente. Estuvimos hablando de todo un poco, más que nada de temas vanales, pero desde el principio hubo buen feeling entre ambos. Nuestras miradas se cruzaban y parecía que ambos estábamos interesados por el otro. Finalmente, mi amiga y ella se marcharon y no supe de ella durante unos 10 días. Un día recibí un WhatsApp de mi amiga, que me decía que me guardara el teléfono de Laura, que le había caído bien y que quería mantener contacto conmigo. Al principio me alegré, aunque no le di mucha importancia y me imaginé lo que días después pasaría. Empezamos a hablar por WhatsApp Laura y yo y las conversaciones eran normales, hasta que un día surgió el tema. Me dijo que se iba a una masajista a darse un masaje y yo le dije que ...
    ... si probara el mío iba a salir más satisfecha. Le dije que era un masaje erótico y que era una experiencia muy sensual, a lo que ella respondió que nunca se había dado uno y que le gustaría probarlo, pero la cosa no quedó en nada. Seguimos tonteando y ya llevábamos tiempo tonteando por WhatsApp. Que si te doy un masajito, que si tus manos van a recorrer todo mi cuerpo y me voy a poner muy caliente. Hasta que un día me propuso tener un encuentro en mi casa para probar el masaje erótico. Me dijo que le daba vergüenza porque me conocía, aunque fuera de un día, pero que le daba tanta curiosidad y morbo que quería vivir una experiencia así. Le propuse que habría una sorpresa, sin decirle la que era. Quedamos para el sábado a las 4 de la tarde en mi casa, pero le dije que no subiera, que le esperaba yo en el portal. Ese día estaba solo en casa y preparé un plan. Ambienté bien la habitación, puse mi camilla, preparé una velas e incienso, para que la luz fuera tenue y música relajante, además de mi neceser, en el que llevo aceites y otras sorpresas para el masaje. Saqué mi antifaz del neceser y me lo guardé en el bolsillo. A las 4 en punto suena un WhatsApp en mi móvil, era ella y estaba abajo. Bajé al portal, le di dos besos y la saludé, entramos al ascensor y, nada más entrar, le vendé los ojos. ¿Qué haces?, dijo. Prepararte para el masaje, respondí. Subimos al piso y a llevé de la mano hasta la habitación, la desnudé muy lentamente y la puse totalmente sobre la camilla boca abajo. ...
«123»