1. Pequeño sumiso: Vendido


    Fecha: 08/11/2018, Categorías: Dominación Autor: fervizcon, Fuente: SexoSinTabues

    ... terrible. El niño gritó de dolor, estaba llorando y eso lo hacía aún mejor; el hombre sonrió y comenzó a golpearlo con brutalidad, cada nalgada era más fuerte que la otra y cada grito era aún más fuerte que el otro. El hombre se detuvo extasiado, había querido hacer eso por meses y ahora el placer lo inundaba. El pequeño lloraba y babeaba sin entender lo que pasaba, su culito estaba rojo e hinchado por los golpes y los dedos del hombre se habían quedado marcados en su pálida piel. El hombre pasó su mano por el culito del niño y lo apretó con fuerza – creo que ya entendiste – dijo mientras el niño gemía y lloraba. Un ruido a su lado lo hizo voltear, era el padre del niño que miraba la escena sin expresión, el hombre en la silla se calmó un poco y miró al padre, entonces se dio cuenta de que sostenía un collar y una cadena de perro. E***, ven aquí – dijo el padre y el niño se bajó de las piernas del hombre llorando y se acercó a su padre con miedo, el hombre le puso el collar en el cuello y luego lo obligó a hincarse en el suelo aún desnudo. El padre estiró la mano con la cadena – ¿lo quiere? – el hombre de la silla abrió los ojos ante la pregunta del padre, no podía creer lo que estaba pasando, ese niño era su deseo y ahora su propio padre se lo estaba ofreciendo. El hombre lo miró y afirmó lentamente, mientras el padre sonreía. El precio le parecía una ganga, era como comprar un perro, era un precio ridículo por el niño que miraba a su padre con el horror en el rostro – ...
    ... quiero el dinero en una hora, si no, el niño se queda aquí – el hombre lo miró y asintió, no podía perder a ese niño, al niño que tanto había deseado, quería hacerlo suyo, quería que fuera su perro para siempre. El niño miró a su padre y comenzó a llorar – por favor, papi no quiero – dijo mientras intentaba agarrarlo de la pierna, pero el hombre ya tenía la cadena en la mano y lo jaló hacia él – por favor, no quiero irme con este señor – dijo llorando desconsoladamente, pero su padre no lo veía, solo contaba el dinero con una sonrisa – lléveselo ya, no quiero verlo jamás, ahora es su problema – el niño gritó y trató de escapar, pero la cadena no lo dejó, intentó soltarse, pero en ese momento un golpe en el estómago hizo que perdiera todo el aire y se quedara en el suelo intentando respirar – ¡que se lo lleva ya! – gritó su padre. El hombre levantó al niño del suelo y sin decir más, lo metió en su camioneta, cerró la puerta, arrancó y se fue de ahí. El niño reaccionó y trató de abrir la puerta, pero no podía, tenía seguro para que nadie la abriera, gritó y trató de escapar, pero no podía; el hombre lo tomó del cabello y el niño gritó – quédate quieta putita, ahora eres mía – lo empujó contra el asiento y ahí se quedó el niño llorando y sin saber que hacer. El hombre entró en la cochera de su casa y cerró, tomó al niño por la correa y lo jaló – abajo – el niño lo miró asustado y sin saber a que se refería – ¡abajo perro! – hizo que doblara las piernas y se quedara en sus rodillas – ...