aprendiendo...1 parte
Fecha: 09/11/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: amaia, Fuente: SexoSinTabues
... tapaba mi nariz y llegaba a lo más profundo de mi garganta, cuando veía que se me dificultaba respirar, soltaba mi nariz y sacaba un poco para que yo tomara aire de nuevo, esto duro unos diez minutos, me hizo que me levantara y subiera al primer escalón del asiento ya que él era mucho más alto que yo, me puso de espaldas a él, tomo mis brazos con uno delos suyos, haciéndome una especie de llave de esas que usan los policías, y con la otra acerco mi cadera a la suya, apuntando con su falo a mi ano, introdujo primero su cabeza, y luego con la misma mano que tenia antes en mi cadera, tapo mi boca para introducir de un solo golpe todo su pene El dolor fue muy intenso , pensé que me desmayaría, ahogue mi grito por miedo más que por otra cosa, corría un hilo de sangre por mis piernas, y las lágrimas no me dejaba de brotar, y aunque mi ano latía, el dolor empezó a ceder a medida que le bombeaba más y más y el placer apareció, él ahora me tomaba de las muñecas y me hizo inclinarme un poco hacia delante, lo que le daba un ángulo mucho más cómodo para cogerme, a estas alturas sacaba todo su miembro y lo introducía de un solo golpe ...
... hasta que acabo dentro de mí, sentí como su leche llenaba mis entrañas y mi humedad se confundía con las gotas de agua que aun caían de la ducha. Me dijo que si quería que me quedara un rato más en la ducha, que saldría un momento y que cuando volviera me quería encontrar desnuda , termine de ducharme, mi culo estaba muy adolorido, lo lave con cuidado, y le coloque un poco de crema que encontré en uno de los cajones. Y dispuse a esperar a este “Amo” que no entendí en qué momento se convirtió en tal, cuando yo solo iba a una cita para pedirle a alguien que conocí en internet que debíamos relajarnos un poco y que me dejara hacer mi vida normal. ¿En qué momento él pensó que podía hacer lo que quisiera conmigo? Y porque no aprovechaba y tomaba mis cosas y huía de ese lugar? Al final nunca me encontraría, solo conocía mi número de teléfono y un correo que solo existía para la página de citas en la que nos habíamos conocido, nada me ataba a ese circunstancia, pero igual quería vivir esa experiencia totalmente nueva para mí, pensé en revisar la caja negra, pero luego recordé la cachetada, y aunque me dio frio, no quería desobedecer. ..