1. Hablar de ti


    Fecha: 10/11/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Alvaro G. Suese, Fuente: CuentoRelatos

    ... en la gran hoguera de las banalidades aquello que te sobra, todo lo que pesa para el nuevo camino. Olvida las tristezas, los pesares; haz que tu vida sea tuya no de los demás. Que tus sueños sean tuyos y que se puedan hacer realidad al doblar la esquina de cualquier tarde de una primavera que presagia un verano pleno de expectativas. Deja que fluya tu sensualidad, tu erotismo, incluso ese componente morboso que llevas dentro de ti y que jamás te atreviste a liberar. Siente con libertad como tus deseos salen a la luz y se convierten en sensaciones tangibles. Que la ternura y la pasión vuelvan a ser protagonistas de todas tus vivencias y del devenir de los tiempos. Vence todos tus miedos, tus prejuicios, tus tabúes. Siente que eres una mujer nueva, alguien desconocido para ti, alguien capaz de todo, de cualquier cosa. Se tú por encima de todo y vive con intensidad ese tiempo que no perdona. Eres una mujer atractiva, sensual, romántica y soñadora. No permitas que el tiempo te venza. Que nunca tengas que arrepentirte de todo aquello que pudo haber sido y no fue. Que la monotonía no pueda hacerte mella. Permite que la noche acaricie tu cuerpo desnudo con sus manos asedadas y lujuriosas. Que las estrellas te miren sin recato recreándose en tus curvas, en tus formas. Que las esquinas, calladas y misteriosas, oculten para siempre todas tus dudas, tus miedos, tus silencios. Libérate. Haz todo aquello que jamás te atreviste hacer, todo lo que has soñado tantas veces, todo lo que te ...
    ... ha hecho estremecer con solo pensarlo, aquello que hizo que te masturbases en la soledad de tu vida evocando situaciones que siempre has deseado vivir y que jamás has tenido el valor de afrontar. La vida pasa demasiado de prisa. No hay pausa. Con los años todo va quedando atrás, incluso el recuerdo de lo que fuimos en otro tiempo. No permitas que jamás tengas que arrepentirte de aquello que, deseándolo, no has sido capaz de hacer. Asómate a tu ventana en noche de otoño y deja que la brisa fría, surgida de poniente, acaricie tu rostro, manosee tu cuerpo. Mira a las estrellas y busca, en esa polar que siempre señala el norte, una nueva senda por la que caminar, un nuevo rumbo que tomar y que la vida, en su carrera frenética, te lleve a lograr esas metas anheladas, soñadas, deseadas. ¿Con que sueñas?, ¿cuáles son tus fantasías?, ¿me contarás todo eso algún día? Sea lo que sea, sin recato, sin temor, sin vergüenza. Me gustaría saberlo para conocerte un poco mejor, para saber a donde vas, que buscas, cuales son tus miedos y así poder indicarte cual creo que sería para mi el camino a seguir. Ahora cierra los ojos de nuevo. Que la brisa del nocturno otoñal te abrace y te seduzca para un siempre casi eterno; que los miedos huyan despavoridos por las esquinas celadoras de secretos y que por fin logres liberarte de tus ligaduras, de esas ataduras que oprimen tu libertad, dejando atrás viejos tabúes para iniciar, decidida, una nueva andadura que te permitirá encontrarte contigo misma. 
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