Llegó el otro se excitó y no me pude negar.
Fecha: 12/11/2018,
Categorías:
Zoofilia
Autor: Old-Legolas, Fuente: SexoSinTabues
Llegó el otro perro y tuve que someterme a él. Le puse crema a mi ano un poco irritado por el encuentro que había tenido esa mañana y me puse algo cómodo esperando el llamado a la puerta En unos momentos llegó la dueña con el otro, el medio doberman se abalanzó sobre mi para saludarme y olfateó todo, se fue corriendo al patio del fondo a olfatear los restos del encuentro anterior, ya estaba todo limpio pero el aroma a sexo persistía. Despedí a la dueña y me fui a ver que hacía. Olfateaba y se agitaba, llegó hasta mi y volvió a abalanzarse con sus patas sobre mi hombro. De ese tamaño era el animal. Lo acaricié y pareció pedir más, acaricié su vientre, su pene y empezó a querer montarme. Qué rápido que aprenden los perros. Me saqué la bata y me puse en 4, pasó su lengua por mi encremado agujero y fue al ataque 2 o 3 empujones y estaba adentro, ardía un poco pero estaba bueno, dejé que se saliera antes de agrandarse su botón, me escapé con mis doloridas rodillas y mi palpitante ano esperando el segundo intento Fue rápido y preciso, entró como flechazo, se movía desesperadamente mientras rasguñaba mis caderas y jadeaba. Me volví a desprender de él y lo saqué de encima mío para que durara más tiempo el encuentro. Este fue el error, su bola ya se estaba agrandando demasiado y en el próximo intento costaría que entrara. Esperé un rato para que se le desinflara y volviera a intentarlo. No tardó mucho en 30 segundos ya estaba listo para atacar nuevamente y así lo hizo. Se me montó ...
... agarrándome por las caderas y ubicándose para que su punta ya un poca más grande que las anteriores veces diera justo en el blanco, no así su botón que aún continuaba afuera mientras el bombeaba lubricando mi ano. Pensé en quitarmelo y esperar que se desinflara un poco pero no hizo falta, en cuanto menos lo esperaba pegó un empujón y la metió arrancándome un grito de dolor y placer. Es tan largo que tocaba fondo y me hacía doler además ya estaba muy grande ese botón y se continuó agrandando cuando él detuvo sus movimientos, Lo tomé de su cola y él pasó su pata sobre mi nalga intentando separarse, lo retuve a los quejidos y jadeos y quedamos abotonados, Lo dejé así un buen rato para que desagotara todo lo que tenía para mí, mientras contraía mi ano para sentir esa bola palpitando dentro. Luego de un buen rato lo dejé salir y me quedé en 4 con la cara contra el piso y mi culo esperando su lengua. No tardó en llegar. Pero no era una eran dos, se le sumó el ovejero a limpiar a su perrita. Me quedé disfrutando el masaje lingual, cuando estaba levantándome sentí dos pata en mis caderas, era el ovejero que se había excitado también e intentaba obtener lo suyo. Habrá que dárselo. Se montó rápidamente y empezó a embestir y buscar la entrada que ya estaba lo suficientemente abierta pero no lo consiguió, el segundo intento fue más preciso y profundo, una vez adentro cerré todo lo que pude mi ano retuve su botón. No era necesario, su bola era imposible que se saliera, era muy grande, me ...