El profesor de Ishtar
Fecha: 13/11/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Con Sergio estuve hasta tercer año de Universidad, goce como una buena Zorra, sin embargo todo tiene un final y Sergio pasó a la historia cuando conocí a Alberto. Alberto era mayor, tenía 62 años, y era profesor de Derecho Administrativo, mucho nos reíamos en el curso por la forma de babearse al ver a las alumnas más agraciadas, todo se dio en confianza. El ramo suyo era interesante y me dedique a él haciendo trabajos de investigación lo cual me permitió conocer mejor a Alberto hasta el punto de hacernos amigos. Conversamos de todo incluso la temática sexual y le conté aunque superficialmente mi particular forma de gozar, lo cual lo llevó a decirme que de ser verdad le encantaría aprobarme en el ramo y con nota sobresaliente si hacía mérito. Envalentonada le dije que podía demostrárselo. Pasado un tiempo me invitó a su casa de campo que queda retirada de la ciudad, llegamos y mostrándome la habitación me dijo vístete, hoy veremos si vas a aprobar. Sabía a lo que venía y estaba dispuesta a hacerlo, me vestí con la ropa que el había escogido, media blancas que cubrían hasta la mitad de mis muslos, ligas de igual color, un cola-less pequeño que con suerte cubría mi conchita y dejaba mi culo totalmente a la vista, un corsé rojo de encajes negros de copa que alzaban mis tetas haciéndolas más grandes de lo que en realidad eran y dejaban a la vista mis pezones y todo terminaba en una mini blanca que apenas cubría mi culo dejando provocativamente a la vista mis ligas. Al salir me ...
... envolvió en un abrigo negro. A mis 21 años vestir como ramera realmente me gustaba, nadie podría vernos y eso me excitaba. Concurrimos a un cabaret de pueblo, todos los hombres estaban sentados en un semicírculo alrededor de la pista de baile y conversaban con las chicas encargadas producir el consumo. Alberto pidió unos tragos y me despojó del abrigo, pude sentir la reacción de silencio. Tomándome de la mano salimos a la pista y bailamos abrazados,-quiero que te vean me dijo- en tanto llevaba sus manos a mi culo que sobaba sin disimulo alguno, levantando mi falda y mostrándolo a los demás concurrentes. -Te gusta zorrita, hoy te reventaré el culo para mi placer- Si profesor -le dije- quiero. Quieres de verdad?Si, si a ti te gusta mi culo es suyoEs mío, puedo hacer lo que desee con él, preguntó. Si, Alberto, úsalo, gózalo. No sabes lo que dices, me espeto, te das cuenta que puedo venderte si quiero como una puta, aceptarías eso por darme placer. Su voz entrecortada y gruesa denotaba que sólo imaginarme poseída por otro lo excitaba. Si a Ud. le gusta y complace lo haría, sabe lo que me gusta no?. Comenzó el show y nos sentamos. Nos besamos, su lengua se enredaba con la mía, mientras sus manos recorrían mi culo, apretaban mis tetas, y sus dedos penetraban mi conchita haciéndome gemir de gusto, me sentó sobre su polla y pude sentirla clavada en mi culo. En un momento me dijo que le esperara. Volvió y me dijo que había arreglado todo, me rogó que hiciera todo lo que me dijese. Si le ...