seduciendo al chico del super... a peticion de mi
Fecha: 14/11/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Voyerismo
Sexo Duro
Autor: elvirahot, Fuente: xHamster
... intimidad sin forzar demasiado la situación.No había demasiados coches en el aparcamiento, Aún así aparcó el vehículo en una plaza alejada de la puerta, pese a tener cientos de sitios libres. Le miré con gesto de extrañeza, pero él me correspondió con una sonrisa sospechosa. Mientras caminábamos hacia la puerta charlábamos sobre temas intrascendentes. Era evidente que yo estaba realmente atractiva, a juzgar por las miradas de la gente que nos cruzábamos, no muchos, pero suficiente para hacerme sentir deseada. Aunque no soy una chica alta, tengo un buen físico, con curvas, buen culo y piernas bien torneadas. Además estoy orgullosa de mi melena, lisa y morena, que realza mis encantos.Ya en la galería comercial estuvimos curioseando por los escaparates. Este chico, tomo confianza, y Alvaro (asi se llamaba) me sugería artículos que podrían ser de mi gusto y yo me distraía mirándolos. Al agacharme, mis tetas cedían sobre el escote, queriendo salirse. Como no, mi marido atrás y “mi amigo” se sentía satisfecho cuando descubría alguna mirada furtiva fija en mi pecho. No estaba siendo la experiencia más erótica que había vivido, pero estaba pasando un rato divertido. Al andar, mis senos se movían, haciendo que el elástico del top se fuese bajando hasta que asomasen levemente los dilatados pezones. Todavía recuerdo la mirada de aquel hombre que, por mirar mis encantos, casi atropella a un chiquillo con el carro de la compra. Y también recuerdo el codazo que le arreó su mujer.Yo ...
... disfrutaba con aquel juego, pero no podía evitar subir la tela para cubrir mis pechos. Es un gesto casi inevitable cuando se lucen esos escotes. Mi esposo me animaba a que dejase que la gravedad hiciese su efecto, pero inconscientemente mis manos volvían a tirar hacia arriba del top, El chico invitado, solo se reia nerviosamente.Era divertido, pero me gusta mostrar con picardía las partes más íntimas de mi cuerpo, y aquello no llegaba a satisfacerme plenamente.Ya habíamos recorrido casi toda la plaza, cuando mi acompañante me dijo que iba a comprar algo. Entramos en una tienda y compró unos refrescos y varias bolsas grandes de patatas . Era algo extraño, mas pagar en caja todo se aclaró.-¿Te importa llevar las bolsas? Es que estoy de cansadooo –me dijo con tono juguetón--Jaja, claro,-Gracias, pero lo que quiero es proponerte un juego. ¿A que no eres capaz de llevar las bolsas hasta el coche sin soltarlas en ningún momento?Por supuesto accedí. No creo que haga falta explicar lo que pretendía mi buen amigo con aquel reto, y yo estaba encantada. Como las bolsas eran bastante voluminosas, tenía que llevar las dos manos ocupadas. Aunque quisiese, no podría hacer el gesto de subirme el top, ni voluntaria ni involuntariamente. Al andar, con el generoso volumen de mis pechos la tela poco a poco se iba deslizando sobre la piel, con el riesgo de dejar al descubierto más de la cuenta. Me excitaba la idea de que se bajase el elástico y mis tetas quedasen al descubierto, pero involuntariamente ...