Emputecida y Sumisa Capitulo 5
Fecha: 15/11/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: merchemaria, Fuente: RelatosEróticos
... despacharan conmigo. Nos presentó, se llamaban Rosa y Belén. Nos pedimos otras copas y empezamos a hablar, se veía que tenían un nivel cultural muy bajo, una trabajaba de limpiadora en un Hospital y la otra en una frutería, luego tendrían ganas a una niña de Papá. No paraban de decirle a Debora la novia tan guapa que tenía, que cuerpo, que tenía unos labios muy sensuales, etc. Nos recorrimos todos los garitos de chueca, y me estuvieron metiendo mano descaradamente toda la noche y siempre una me acompañaba al baño para verme mear. Cuando cerraron los bares a eso de las 4 de la mañana, yo la verdad estaba muy mareada, entre que me fumaba un cigarro detrás de otro, y que Débora no paraba de pedir copas ya no sabía ni lo que pasaba. Cómo cerraron todos los bares Débora dijo que fuéramos a mi apartamento (en realidad era el de Débora) para tomar la última copa. Cuando las dos lesbianas vieron mi coche dijeron, vaya con la niña de papá, mientras se dedica a golfear por ahí, su papaito la regala un Audi, y la paga un apartamento en la Castellana, pues vamos a tener que espabilarla. Yo tal y como iba no podía conducir, así que Débora cogió el coche, y me dijo que me sentara con ellas atrás. Me senté entre las dos. No pararon de meterme mano todo el camino, me besaban metiendo lengua en la boca, mientras me tocaban las tetas, culo y coño. Al llegar al apartamento, se abalanzaron sobre mí, y empezaron a quitarme la ropa, aunque eso sí con bastante cuidado, primero la chaqueta ...
... vaquera, y luego mientras una me quitaba la blusa y el sujetador, la otra hacía lo propio con los vaqueros y las bragas. Se quedaron como anodadas al ver mi sexo depilado con el tatuaje encima en forma de mariposa. Debora les contó que me había tatuado, y puesto el piercing en el ombligo por ella, y que me depilaba el sexo porque me obligaba. Me tiraron a la cama y empezaron a desnudarse, incluida Debora. Me pusieron a 4 patas, (Debora siempre grababa cuando me acostaba con alguien en su apartamento) y además me pusieron una venda en los ojos para que no pudiera ver nada. Empezaron a hablar entre ellas y pronto sentí una mano que acariciaba mis nalgas y pechos con rudeza. Debía ser una de las dos lesbianas. Me inquietó no saber cual de aquellas chicas me tocaba. Entonces comencé a sentir la sensación mojada de una lengua que me lamía mi vagina. Fueron unos cuantos lametones profundos, que parecían querer limpiarlo. Luego sentí de nuevo una mano sobre mis nalgas, pero esta vez me las separaba y empezaba a introducir un consolador que pretendía hacerse paso dentro de mí. Doblé la espalda, entonces la mujer me tomó del pelo y puso una mano encima de mi trasero. Tiraba hacia atrás con fuerza de mi pelo, por lo que me veía obligada a recular hacia atrás y a penetrarme en el consolador. El consolador me iba penetrando como si fuera una polla de un hombre de 25 cm que te penetra por detrás, luego tenía que estar utilizando un consolador de correas recibido a la cintura de una de ellas. ...