Emputecida y Sumisa Capitulo 5
Fecha: 15/11/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: merchemaria, Fuente: RelatosEróticos
... con todas mis pertenencias (que eran muchas). A las tres ya estaba en el apartamento de Debora. Debora me dio un beso, yo me puse a llorar desconsoladamente. Me dijo que no me preocupara que no me iba a arrepentir de nada por el tipo de vida que había elegido. Me sirvió un whisky con agua para darme ánimos nos sentamos en el sillón y me abracé a ella acurrucandome en su regazo. Se encendió un cigarro y luego lo puso en mis labios para relajarme, diciéndome que todo había pasado y que ahora estaría más libre. Al cabo de un rato, empezamos a organizarnos. El apartamento tiene 2 habitaciones, una muy pequeña con una cama, y la otra era el dormitorio principal con una gran cama circular de matrimonio. Decidimos que dormiríamos juntas en la de matrimonio, y si alguna de nosotras iba alguna noche con compañía, la otra dormiría en la habitación pequeña. El apartamento además tenía un salón donde también estaba la cocina, y un baño bastante grande con jacuzzi. Me dijo que tendríamos que repartir gastos, ella pagaba todo incluido (alquiler, luz, gas, agua, etc.) 800 Euros. al mes, así yo pagaría la mitad. Tenía una asistenta que iba lunes, miércoles y viernes de 9:00 a 14:00 horas que le costaba otras 150 euros. así que yo pagaría 500 Euros. Para mis adentros pensé otro golpe a mi maltrecha economía, con el ritmo de vida que llevaba, no me alcanzaba el sueldo, y Además me tuve que alquilar una plaza de garaje, porque en Cuzco no había quien aparara. Esa tarde, Debora me dijo que ...
... me relajara, que nos metieramos en el jacuzzi, que me iba a dar un masaje reparador. Así que empezamos a quitarnos la ropa, ella me miraba como sorprendida de que llevara la misma ropa del día anterior, nos metimos en el jacuzzi bien caliente mientras me besaba y lamía los moretones, como hace una gata para curarse una herida. Empezamos a masturbarnos, tocándonos y frotándose labios mayores, menores y clítoris, nos chupábamos y besábamos los pezones y la parte interna de los muslos, tuvimos varios orgasmos haciendo todo muy lentamente. A la hora o así, nos secamos y nos tumbamos desnudas en la cama, quedándonos dormidas. Por la tarde a las 8, me llamó Fernando al móvil, y mientras Debora me lamía la vagina con infinita dulzura en la cama, le conté que le había abandonado, que lo de la noche anterior había sido demasiado y que no quería recibir más malos tratos, ni tampoco denunciarle por el bien de nuestro hijo. El me pidió perdón y me dijo que volviera, que quería que todo fuera como antes del otoño que debía cambiar, pero le dije que lo mejor era divorciarnos y llegar a un acuerdo no traumático para el niño, entonces me respondió que si eso era lo que quería que me pondría en contacto con su abogado y cortó el móvil. Debora me dijo que había hecho lo mejor, mientras me besaba dulcemente. Luego me dio unas normas de convivencia con ella. Me indicó que a partir de ahora no debía tener ninguna intimidad con respecto a ella, nunca me cerraría en la habitación o el baño aunque ...