Las consecuencias de ser infiel (Parte 1)
Fecha: 14/10/2017,
Categorías:
Infidelidad
No Consentido
Autor: Erospopuli, Fuente: CuentoRelatos
Todo empezó cuando volví de la mili, mi cuerpo fruto del ejercicio físico realizado en 14 meses de trabajo intensivo en un cuerpo de élite del ejército habían transformado, a aquel flacucho que terminó a duras penas la carrera de ingeniería, en un fornido hombre de pelo en pecho con una musculatura más que respetable. Pensé que mi padre estaba loco cuando me convenció para alistarme voluntario pero hoy en día le doy las gracias. Yo hasta entonces había sido en el terreno sexual de lo más normalillo, un polvito a la semana con mi novia Dolores, normalito y sin florituras, yo encima ella debajo tres o cuatro culadas hasta llegar yo y punto. Luego si estábamos en un sitio que podríamos estar tranquilos nos fumábamos un cigarrillo y a dormir sino nos vestíamos y nos íbamos a casa. Dolores era alta casi 1.80 morena con el pelo largo de color negro azabache, tan negro lo tenía que a veces parecía azul, y unos ojos verdes mortales de necesidad, pero provenía de una familia bien muy católica y a duras penas conseguí hacerlo antes del matrimonio, pero jamás ni una postura erótica, ni una mamada ni nada la verdad es que yo me quedaba bastante satisfecho y no me importaba lo más mínimo si ella gozaba o no. Sólo al principio de nuestra relación ella se mostró algo salvaje y caliente. Recuerdo como fue nuestra mutua desfloración y la verdad es que no hay nada como la primera vez: Estábamos solos en la cama cuando comenzamos a besarnos de una manera diferente, nos comíamos mutuamente ...
... disfrutábamos cada unión de nuestros labios muy intensamente. Así nos la pasamos cerca de media hora, entre palabras y besos, pero yo ya estaba con la calentura adentro, más aún, si ella estaba vestida con una pequeña falda y un blusa donde se le podían ver sus grandes senos. Yo no me controle... comencé acariciándole la espalda, de ahí a tocarle su gran, enorme y hermoso trasero, pero ella bruscamente me dijo: - ¡NO! - que podríamos cometer una estupidez, pero yo insistí, comencé a besarle nuevamente, y mis manos se pusieron a trabajar nuevamente, pero esta vez, tenían como fin sus senos, ella se excitaba, la veía como gozaba cada vez que mi mano se posaba en su pecho, todavía tapado con su blusa... Luego de intensos minutos de caricias, me quite la camisa, y me puse encima de ella, y comencé a quitarle la blusa, y a chuparle sus dos hermosos, y grandes senos ella no aguantaba, me decía: - Amor mío, te amo, te amo. Mi pene ya estaba totalmente parado ante semejantes senos... Muy suavemente comencé a bajar mi mano hasta llegar a las piernas, de ahí, comencé a subirlas nuevamente y muy suavemente hasta que estuvo entre sus piernas, ella obtuvo su primer gemido de placer... me acomode mejor, de tal manera que pude bajarle delicadamente la pequeña falda que tenía puesta, y se quedó en un calzoncito y pequeño, el cual lo baje agarrándolo con los dientes, ella estaba totalmente mojada, yo estaba con mi pene al punto... Comencé a besar y chupar aquella vagina que mi enamorada por ...