Ana y el Gerente del hotel
Fecha: 19/11/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... viejos con mi cola”.Ni siquiera le respondí. Los viejos la estaban cogiendo con la mirada y yo no podía hacer nada…De repente Anita se levantó, pasó por delante de todos ellos moviendo la cola y se zambulló de cabeza. Estuvo nadando un rato y al final salió por la zona menos profunda. Entonces me quise morir… Su tanga blanca se había vuelto casi transparente, dejando traslucir sus pezones bien erectos y la raja de su concha depilada perfectamente delineada, como si estuviera completamente desnuda. Ella lo sabía y yo sabía que eso la excitaba muchísimo…Desde mi reposera veía como todos se la querían comer y eso me excitaba cada vez peor.“En verdad tiene Usted una mujer muy hermosa”. La voz de Roberto sonó a mis espaldas.“Veo que no le m*****a que los hombres la miren y la deseen” Continuó, ya un poco fuera de lugar.Antes de que pudiera responderle, Ana se acercó a nosotros, secándose el cuerpo con una toalla, de manera muy sensual. Por su expresión, noté que su calentura ya era inevitable.“Me permite pasarle un poco de crema humectante por la espalda” Le preguntó el muy atrevido.Por toda respuesta, Ana se acostó con la cola para arriba y le alcanzó el pote de crema. Roberto le tiro un chorro de crema sobre la espalda y comenzó a frotársela. Ana cerró los ojos y suspiró apenas; se notaba que ya explotaba de tanta calentura.Roberto le pidió que parara un poco la cola para poder pasarle crema allí. Ana abrió los ojos y me miró como pidiéndome permiso y levantó un poco el ...
... culo. Yo ya no podía hablar. Los otros tres hombres se habían acercado de a poco y ahora no se perdían detalle de semejante escena.El Gerente comenzó a masajearle el culo casi con desesperación. Sus manos se deslizaban con facilidad a causa de la crema y Ana cada vez lo paraba más, mientras suspiraba suavemente.“Voy a correrle la tanga para que la crema le llegue bien adentro” Dijo sin darle otra opción.Ahora con la tanga corrida a un lado y sus labios vaginales expuestos, Ana se puso de rodillas y escondió la cabeza en un almohadón, mientras le pedía que le pusiera todo adentro.Roberto entonces dejó caer otro poco de crema sobre el ano de mi esposa y comenzó a extenderlo con dos dedos, llegando inclusive a abrirle un poco los labios vaginales. Fue ahí que Ana no puso reprimirse más y dejó escapar unos gemidos que evidenciaron su primer orgasmo.“Así está mejor?” Preguntó Roberto mientras con un dedo dilataba ahora el ano de mi mujercita.Ana no podía responder, solamente gemía, suspiraba y jadeaba suavemente.“Creo que Usted necesita un masaje más intensivo, para que pueda relajarse mejor”. Le dijo a Ana.Antes de que ella pudiera contestar, Roberto me entregó las llaves de una habitación, diciendo que lo esperáramos allí, donde le harían un buen masaje.Cuando llegamos a la habitación, Roberto y otros tres hombres mayores ya estaban allí.Tomó a Anita de la mano y la hizo sentar en la cama, mientras me indicaba que podía sentarme en un sillón cercano a la ventana.Luego sin ponerse ...