1. Satisfaciendo a mi ama


    Fecha: 22/11/2018, Categorías: Dominación Autor: manilse, Fuente: RelatosEróticos

    La sesión comienza al abrirle la puerta a mi Ama. Ella llega a la habitación vestida con solo una gabardina blanca y zapatos negros de tacón. Su cabello impecable como siempre y con maquillaje muy suave resaltando solo sus hermosos ojos. La recibo solo usando una tanga y mi collar del cual cuelga la cadena que solo ella puede tomar. En cuanto cierro la puerta detrás de ella me pongo de rodillas para besar su mano y le ofrezco tomar su abrigo para colgarlo. Al quitárselo me permito admirar el corsé y minifalda que mi Ama lleva puesto debajo. Al colgar su abrigo nuevamente me pongo a sus pies ofreciéndole el mango de mi correa el cual ella toma con poco entusiasmo y acto seguido me propina una cachetada "Por que tardaste en abrirme"? Mi dueña llegó y ahora soy solo un objeto para complacerla. Mi Ama camina inspeccionando el cuarto que tome para ella llevándome de la cadena. Yo camino en cuatro patas siguiendo a mi dueña viendo al piso, a donde pertenezco. Cuando termina su inspección se sienta en un sillón colocado junto a una mesa y cruza sus piernas. Inmediatamente comienzo a hacer mi labor, no necesito instrucciones ya que mi Ama me ha entrenado y se lo que tengo que hacer. Comienzo a lamer sus zapatos ya que a mi Señora le gusta que siempre estén relucientes. Lamo con detalle cada centímetro de su zapato izquierdo, ningún punto queda sucio, ni siquiera la suela. Mi Ama cambia la pierna y prosigo con mi tarea. Al terminar mi Señora me comenta que se siente cansada y que ...
    ... requiere un masaje. Camino de prisa en 4 patas hacia el escritorio donde se encuentra la crema que traje para la tarea. Regreso a donde mi Ama para comenzar a aliviar su pesar con un masaje. Me lleno las manos de crema y comienzo a acariciar con delicadeza y fuerza los perfectos pies de mi Señora, masajeo cada uno de sus dedos, cada comisura y enfatizo en la planta del pie, que es donde mi Señora suele tener malestar. Termino mi masaje solo hasta que mi Señora lo indica. Mi Ama se levanta del sillón, toma el fuete que estaba en la mesa junto y comienza a golpear mi cuerpo. Golpea por que quiere, por que le gusta el sonido de mi piel siendo azotada, golpea por que si. Yo me quedo quieto recibiendo los golpes que merezco, por que soy solo una cosa, un objeto del cual mi Ama puede disponer cuando y para lo que ella desee. Cuando termina con los azotes prosigue a ponerse el arnés que adquirió para su perra y le pone el pene que ella escogió. La visión de mi Ama con el arnés crea una sensación en mi cuerpo que me hace estremecer y eriza mi piel. Se acerca a mi y dice "Sentada". Acto seguido comienza a golpear mi cara con su pene, cada vez mas fuerte. Yo la miro a los ojos ya que a ella le encanta ver mi rostro completo siendo golpeado de izquierda a derecha, una y otra vez. Ahora toma mi cabeza y la empuja de una hacia su pene haciendo que entre en mi boca. Me lastima un poco al entrar ya que su miembro golpea mis labios contra mis diente, pero eso a ella no le importa, me hace ...
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