1. Esperando la salida de la escuela


    Fecha: 22/11/2018, Categorías: Masturbación Voyerismo Primera Vez Autor: Lujuria, Fuente: xHamster

    ... después la misma Laura me confesaría que le había encantado la idea de que se los quitara, me quedé callado, un montón de cosas pasaban por mi cabeza en ese momento, fue un silencio que se prolongó mientras ella se acomodaba sus calzones debajo de la falda, hasta que viendo que yo no me movía ni decía nada me dijo con voz temblorosa y roja de la cara: “Si quieres… por arriba de la ropa.”Sentí que revivía al oírla decir eso, me acerqué a ella y sin decir una sola palaba le metí la mano debajo de la falda directo de sobre su vagina y para mi sorpresa su calzoncito estaba húmedo, no me importó, comencé a estrujar y apachurrar esa cosita viscosa mientras mi otra mano se apresuraba a levantarle falda para toquetearle las nalguitas, ella se me sujetaba muy fuerte las manos mientras se retorcía, gemía y se reía muy despacito al tiempo que me pedía que la tocara suavecito porque así la lastimaba, “No puedo, era lo único que podía responder, me encantas y no sabes cómo me pones” “¿Pu’s cómo te pongo?” me volvió a preguntar, y comprendiendo que esta era mi oportunidad tomé una de sus manos y me la llevé directo entre mis piernas.Una vez, recordando el pasado, le pregunté si no lo había hecho a propósito pues me parece un tanto extraño que ella me hiciera la pregunta correcta en el momento correcto, pero todo lo que obtuve como respuesta fue una sonrisa traviesa y las palabras “Nunca lo sabrás”, o talvez solamente le estoy dando demasiadas vueltas al asunto y sólo pasó, como sea fue ...
    ... perfecto.Laurita sonrió mientras su mano me daba un apretón “¿Es tu pilín?” me preguntó, “Sí” me apresuré a responderle y sin pensarlo agregué, “¿Quieres verlo?” Aún recuerdo la expresión de su rostro, les juro que fue como si ardiera, su sonrisa se ensanchó y su mirada brilló de una forma tremenda pero no dijo nada, ni falta que hizo, yo ya me estaba bajando los pantalones.Y cuando por fin quedé con mi erecto pene ante ella sentí la más horrible de las vergüenzas pues ella no dejaba de reír.Se dobló de la risa cubriéndose la boca con una mano y con la otra sujetándose el abdomen, se notaba el esfuerzo que hacía para no soltar la carcajada, mi primer instinto fue subirme de nuevo los pantalones… ¡OH, no, claro que no! Ella me estaba mirando y eso era suficiente para que me mantuviera firme, literalmente.Tomé mi pene de la base, ignorando el terrible escalofrío que me recorrió la espina, y comencé a masturbarme frente a ella, quien no dejaba de reír pero tampoco de mirarme y era eso lo que me daba el valor que necesitaba, no sé cuánto estuvo riéndose de mí pero cuando terminó no me quitaba la mirada de encima, le pregunté si le gustaba pero ella no me respondió, sólo siguió sonriendo, así que le pregunté si me lo quería agarrar y ella ni tarda ni perezosa estiró su manita y que me lo agarra.Me sentía como si estuviera arriba de una nube flotando muy alto en el cielo, sus traviesos deditos jugueteaban con mi foreskin y con la otra mano con mis huevitos, por mi parte me acerqué a ...