El reencuentro con mi amante
Fecha: 24/11/2018,
Categorías:
Intercambios
Autor: Martius, Fuente: CuentoRelatos
Llevábamos más de 7 meses sin vernos, vamos sin tener sexo. Problemas de salud de Sidney y mi situación laboral impidieron que pudiéramos quedar para vernos con tiempo. Si nos habíamos encontrado en un par de ocasiones a tomar café y charlar, también había ido a verla una vez a su casa con la excusa de su enfermedad. Hace ya un par de semanas Sidney se ausentó de la ciudad, se ha ido a casa de sus padres una temporada, y a mí se me está haciendo eterna la espera… no puedo dejar de pensar en ella, en su cuerpo y en sus caricias. Me paso noches en vela imaginándome cómo será el reencuentro, como me besa todo el cuerpo, como lame la polla y como gime cuando estoy dentro de ella. Esta es la historia de cómo me imagino uno de esos reencuentros. Como quiero que nuestro reencuentro sea muy especial, le he preparado una visita a un local de intercambio. Yo nunca he ido a uno pero siempre me ha excitado la idea. Nunca lo he hablado con ella, pero conociéndola supongo que tras un primer momento de asombro y vergüenza, la excitación y su buen saber hacer en lo que a sexo se refiere harían del momento algo único. Y es que me lo estoy imaginando, los dos entrando en el local, ambos muy elegantes: yo con unos vaqueros claros y ajustadillos (pero sin exageraciones) camiseta negra y americana de esas con capucha; ella con pantalones negros brillantes y ajustados de cadera, blusa gris estampada con cuello gigante, de esas que dejan ver siempre un hombro al aire y caen libremente sobre los ...
... pechos… A Sidney le quedan de cine esas blusas… Ella está especialmente guapa ese día. Yo lo que estoy es muy nervioso. Pedimos una copa y nos vamos a un sofá desde el que podemos vigilar discretamente todo los movimientos del local. Las parejas están sentadas bebiendo, algunas separadas, otras charlando unas con otras, de momento nada extraño. Lo que si apreciamos es que somos los yogurines del local. Para nosotros eso supone una desilusión, pues esperábamos gente de nuestra edad. Se lo hago saber a ella y decidimos que a terminar la copa nos iremos a un hotel los dos solos. Además nadie se nos acerca, supongo que habrá que dar señales de estar interesado para que esto ocurra. Cuando ya estamos a punto de terminar, reparamos en una chica sola al otro lado de la sala. Está sentada en un sofá ella sola y parece aburrida. Está muy buena y si la vista no me engaña podría ser de mi edad aproximadamente (tritantos). Se levanta para estirarse la minifalda y Sid y yo nos quedamos boquiabiertos, pedazo piernas tiene, no me extraña que se le suba la falda al sentarse, con esos muslos… Empezamos a excitarnos, Sid se recuesta sobre mis muslos y empieza a acariciarme disimuladamente la polla, yo no dejo de mirar a la chica, Sidney tampoco… Entonces se le acerca un chico, ella le sonríe, él le comenta algo al oído señalando en nuestra dirección, entonces ella nos mira… hay fuego en su mirada, sonríe y saluda guiñando un ojo. El chico se sienta a su lado y le empieza a besar el cuello. Ella ...