Madura para jovencitos
Fecha: 28/11/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Sexo en Grupo
Autor: correabuela, Fuente: xHamster
... para terminar en una gran comezón en mi pene, que ya antes estaba medio erecto y en ese momento se puso a punto de reventar.Vi que la hija de Lola se ruborizaba, pero al igual que yo se relajaba sobre el sofá, y cuando su madre fue recorriendo nuestras piernas buscando nuestros sexos, ambos cerramos los ojos. El vino estaba haciendo bien su trabajo y Lola parecía tenerlo todo bajo control.Sentí su mano posarse sobre mi pene y agarrarlo con fuerza, mientras oía gemir suavemente a la hija de Lola. Todo me parecía un sueño.Durante unos instantes dejé de notar su mano, y cuando abrí los ojos lo que ví me dejó paralizado.Lola se había quitado el vestido y estaba con un bra y un tanguita rojoss, de rodillas delante de su hija, a la que había quitado el pantalón, y hurgando en su braguita rosa buscaba con la lengua su rajita.Su hija tenía la cara sonrosada, no sé si por timidez o placer. Yo también me ruboricé, inicialmente por timidez pero finalmente por placer.Lola ya había alcanzado con la punta de su lengua el clítoris de su hija y lo masajeaba de forma que las dos se retorcían de gusto.Yo tuve que sacar del pantalón mi pene, pues estaba a punto de reventar. Al verlo Lola se incorporó y rápidamente me bajó el pantalón y el sl**p, poniéndose frente a mí de rodillas y comenzando a lamer mi pene. Era la primera vez que una mujer lo tocaba, jamás había sentido tanto placer.Después de llenar mi pene de su saliva, bien bien lleno, fue ascendiendo de forma que sus pechos lo rodearon ...
... por un momento, para terminar llenando mi boca con su lengua, con un beso que me inundó de sensaciones.Entre tanto su hija nos miraba excitada y ruborizada. Se había quitado la braguita, y allí estaba con una camiseta que le cubría el torso pero dejaba a la vista su conchita, sin vello, blanquita, delicada, a la que acariciaba con su mano de dedos largos, finos y blancos.Su madre se incorporó en ese momento y fue de nuevo hacia ella. Antes de arrodillarse se quitó su tanga y a continuación se puso a lamer con frenesí la conchita de su hija. Yo veía como su lengua se abría camino, entrando cada vez más en la delicada vagina de sonrosados labios.El cuerpo de Lola, moreno brillante por el ligero sudor, estaba resplandeciente. Sus pechos todavía presos en el bra, pendía bamboleándose con sus movimientos, y su culo, redondo, hermoso, tentador, me incitaba irreparablemente.Así que no lo pensé. Me levanté y coloqué tras ella, agachándome acerqué mi húmedo pene hasta la rajita de su culo, la recorrí lentamente de arriba a abajo y de abajo a arriba, para descender hasta buscar la entrada de su conchita. Ésta estaba tan lubricada que mi pene entró sin esfuerzo alguno hasta el fondo.Ahí iniciamos un baile a tres de placer infinito. La hija de Lola gemía y se retorcía mientras su madre lamía su sexo, metía y sacaba su lengua en él, todo en un mar da saliva y jugos.Mientras yo agarrando las caderas de Lola, metía y sacaba mi pene en su maravilloso chichi, con una vaivén que repercutía en la ...