Mi primer contacto con el sexo
Fecha: 29/11/2018,
Categorías:
Primera Vez
Masturbación
Tabú
Autor: Lujuria, Fuente: xHamster
... masturbarme por primera vez.Al principio sentí muchísima vergüenza, pero entonces miré que mis primos también se estaba apretando ahí y de algún modo sentí que no podía ser tan malo, la película continuó, salieron otras dos o tres chicas, una güera y otra flaca, pero para mí ninguna fue como la primera, en especial de la cintura para abajo, seguí dándome de apretones pero no volví a sentir eso de nuevo.Desde ese día todo fue diferente, ya no veía a las mujeres de la misma manera, no podía dejar de mirar las nalgas de todas las chicas con las que me topaba, de imaginármelas en cuatro patas y mi rostro casi desapareciendo entre en sus nalgas y ellas poniendo los ojos en blanco de lo mucho que les gustaría, pero en especial todo fue diferente entre Laura y yo.Comencé a notarla más, en especial porque muy rara vez usaba pantalones, Laura siempre usaba de esos shorts pequeñitos que llegan hasta los glúteos, me encantaban sus piernas, me fascinaban, no podía dejar de verla, de imaginármela en cuatro patas y poder tocarla a mi antojo, un día, no mucho después de haber visto aquella película, decidí que ya era suficiente, la tocaría a como fuera, no importaba que le dijera a su mamá y que me agarraran a palos, tenía que tocarla y lo haría.Para ello siempre buscaba estar con ella, a lo que fuera que estuvieran jugando ella y Rocío yo siempre les preguntaba si podía unirme y ellas aceptaban, era todo un agasajo verlas jugar, se sentaba con las piernas abiertas, o por cualquier ...
... tontería se ponían de rodillas, y en no más de una ocasión Laura se puso de a cuatro con su culito ante mí, y aunque me moría de ganas siempre me faltó el valor, eso sí, después de “jugar” con ellas me encerraba en mi cuarto, adiós pantalones y hola mi recién conocida amiga Manuela.Esto se repitió durante varios días hasta que un día nos sentamos todos juntos a desayunar, yo me senté al lado de Laurita esperando tener el valor de por fin hacerlo, y ella no podía hacerlo más fácil pues nunca podían faltar esos shorts rabones que tanto me gustaban, yo sólo estaba buscando el momento indicado, como siempre, y aunque terminé de comer me negaba a levantarme de la mesa si ella no lo hacía, pero ya me estaba desesperando pues a ella le faltaba poco para terminar su comida y yo aún no podía encontrar el valor, me moría de miedo y de vergüenza, qué pensaría de mí, le diría a alguien, y entonces cuando más nervioso estaba ocurrió.Ella se levantó un poco de la silla, inclinándose sobre la mesa, para alcanzar las tortillas, fue cosa de un segundo y también de no pensar, fue como si mi mano se moviera sola hasta ella pasándole por las nalgas, como olvidar su reacción, dio un pequeño saltito de sorpresa y giró el rostro hacia mí, yo estaba tan sorprendido y avergonzado como ella así que no pude más que sonreír, supongo que fue por nuestra edad el que ninguno supiera reaccionar, ella me devolvió la sonrisa animándome a seguir haciéndolo, durante todo el rato mientras terminaba de comer mi mano ...