Una fiesta campestre - Relatos Eróticos

Una fiesta campestre

Estaba en mi apartamento cuando recibí la llamada de una amiga de mucha confianza, me preguntó que estaba haciendo y le contesté que organizando un poco el apartamento, me dijo si tenía algún programa para el puente que se aproximaba yo le contesté que hasta el momento no había ningún programa, ella me dijo vamos para la casa campestre y allá organizamos un buen programa. La idea no me pareció tan mal ya que se a que programas se refería mi amiga pues las dos somos igual de calientes y siempre estamos juntas en las más grandes orgías que hayamos tenido, yo le pregunte si tenía algunos amigos en mente para invitar y me contesto: la verdad es que no quiero otra vez con los mismos, quiero variedad esta vez, yo me sonreí aceptando pues sabía y confiaba en sus gustos en cuanto a la escogencia de hombres se trata, inmediatamente fue a mi closet para escoger la ropa que iba a llevar a la casa campestre y de solo imaginar lo que iba a pasar durante tres deliciosos días ya sentía mi cuca húmeda. Cuando tuve mi maleta lista fui a recoger a mi amiga en el carro, nos fuimos y en el camino hablamos de muchas cosas de mujeres yo le pregunte cual era el plan que tenía ella sacó una larga lista de teléfonos y me dijo mira aquí tenemos donde escoger hombres a nuestro gusto, cuando llegamos a la casa mi amiga se hizo a la tarea de llamar y cotizar sementales de pronto me dijo listo ya tenemos en que entretenernos todo este puente, amiga quiero que nos vistamos bien arrechas y provocativas para ...

... esperar a nuestros hombres. Yo fui a mi habitación y me di un gran duchazo pensando en que esta seria mi gran noche ya que iba hacer con hombres distintos a los que me comía todos los fines de semana saque de la maleta la ropa que había llevado para esa ocasión, era una minifalda negra súper corta y con una abertura en la parte de atrás que al caminar se sube permitiendo ver mis nalgas grandes y gordas pues me puse una mini tanga que apenas si tenia un triangulito en la parte de adelante y una tira diminuta que se perdía en medio de mis nalgas esto para permitir más fácil la entrada de esas hermosos y deliciosos pedazos de carne que estaban por llegar, una blusa negra trasparente con un brassier negro igual de trasparente lo cual dejaba ver casi mis grandes y parados senos y mi pezón se veía aun más oscuro y grande, unas sandalias negras en charol con una plataforma de cinco cm y un tacón súper delgado de 18 cm con unas tiras que anudan en los tobillos, el cabello lo tuve un buen rato con rulos eléctricos y al quitarlos el pelo quedo bien crespo y alborotado, mi maquillaje era intenso como el de una puta bien arrecha. Cuando salí a la sala mi amiga estaba allí fumándose un cigarrillo y un tomándose un trago, ella estaba vestida toda de blanco, con un pantalón que parecía su segunda piel, la tanga era tan diminuta que ni se le marcaba en el pantalón, una blusa de tiras blancas bien ajustada a su diminuto cuerpo y sus senos redondos se dibujaban perfectamente en la blusa, unas ...