Esa compañera de gym.
Fecha: 01/12/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Primera Vez
Autor: marcelalita, Fuente: xHamster
... ofreció una bikini y me la puse. La charla de la sobre mesa siguió en las reposeras, ella desnuda y yo en toples.Las dos una al lado de la otra dejamos que nuestros cuerpos se relajen y un sopor me invadió, el sudor me dejaba oler muy salvajemente, fui a la ducha que tenía en el patio y me remojé sacándome la tanga en medio de un aplauso de mi amiga, que a la vez me sonreía.Refrescada me senté al lado de ella ambas con un cigarrillo en nuestras bocas, su pie empezó a buscar los mios, en un momento el roce se transformó en un suave masaje, simplemente no sabía que hacer, pero su mirada buscaba la mia. Con la escusa que le repusiera bronceador me pidió que se lo colocara en su espalda y aprovechó para tomar mis manos y retenerlas.Es que esta mujer madre y abuela de sesenta años me buscaba?Me tendí en una toalla en el suelo boca abajo mientras ella salía del patio un momento, me adormecí y me desperté sintiendo que sus manos masajeaban mi espalda y mi cuello, ella desnuda sentada sobre mi cola, a su vez la movía haciéndome sentir la calidez de su región anal.En un momento sus dos manos fueron a mi cabeza, tomó mis pelos, los acarició, mi temperatura sexual aumentaba, de mi vagina surgía un oloroso ya abundante flujo, entonces me susurró al oído_querés conocer el resto de mi casa?Si le contesté.Me ayudó a levantarme y ambas desnudas de pie ...
... en medio del patio nos dimos profundos besos, mientras nuestras manos buscaban la vagina de la otra.En un momento me tomó de la mano y la seguí a su dormitorio, velas prendidas, incienso prendido daban al lugar un ambiente propicio para tener sexo.Yo podría decirse que no había tenido intimidad con una mujer.Cuando quise decir algo con su dedo índice en su boca me dejó en silencio.Parada desnuda dejé que sus labios recorrieran todo mi cuerpo, como mujer, y nadie mejor que otra mujer sabe los puntos erógenos de la otra y sentí placeres que nunca había sentido.Ya en la cama se puso a mi lado y su boca besó mis dedos de los pies uno a uno a lo que le sumó suaves mordisqueos, el olor de mi vagina era muy evidente y sin decirme nada sus labios se posaron en ella en una posición tal que ambas terminamos besándonos mutuamente nuestra zona vaginal.Una extraña sensación me empezó a recorrer el cuerpo como si el orgasmo que se preanunciaba comenzara en mis pies, cuando ella empezó a dar alaridos de placer a la vez de gemir, dejando caer unas gotas de orina en mi cara, el demorado flujo de ella empezó a surgir a borbotones y mi cara se llenó de ella en el momento que alcancé el orgasmo.Ambas teníamos nuestros cuerpos brillosos por nuestros abundantes flujos, olorosos y salvajes, ya tranquilas nos confundimos en un abrazo y nos quedamos dormidas.