Alex, mis mejores años en la adolescencia 2 - Relatos Eróticos

Alex, mis mejores años en la adolescencia 2

... quería tener el control de la situación pero su actitud dominante me superaba, obedecí nuevamente su pedido, entonces fue ahí donde los papeles se invirtieron y empece a jugar con el, recorría el contorno de sus muslos, pantorrillas, pies y luego subía y solo llegaba hasta centímetros antes de sus nalgas, las cueles echaba hacia atrás, así estuve un par de minutos hasta que me pidió tallar su pecho, sabia donde quería llegar pero volví a la espalda y me hice el sordo, me tomo la mano y me dirigió hacia su pecho con agresividad, pero esta ves lo sorprendí y le dije, si quieres jugar hoy, serán con mis reglas. Mientras el agua tibia de la ducha seguía cayendo y la espuma de jabón recorría su cuerpo, le dije, te enseñare como debes bañarte y quedar bien limpio para mi, sera como una clase, para que aprendas, volví a echar jabón liquido en la esponja y espese a tallarlo como si fuera nada, como si yo fuera su padre y el mi hijo, no lo toque de una manera burda ni sexual, quería mantenerlo a raya, sentía la necesidad de hacerlo esperar, cuando termine le dije ya esta, así estarás limpio, su respuesta fue, pero me falta mi penesito y mi culito, eso te lo labas tu, no estoy para tocar cosas que no me pertenecen, menos si son tus partes intimas y salí del baño, hice como si cerré la puerta de salida y me fui a su pieza. El entro con la toalla a la cintura, con su cuerpo mojado, me miro con asombro, pensé que te habías ido, no respondí aun hay algo que debo enseñarte, le quite la ...

... toalla y lo empuje en su casa, estaba tan molesto por ilusionarme que ese día nació en mi la personalidad de un macho, lo empece a besar con ganas, yo aun con toda mi ropa puesta, le bese su boca, recorrí su cuerpo superior y el solo gemía entregandoce al placer, bese sus pies, sus piernas con besos largos y sensuales, humedecí mis labios y seguí besando su pecho, su ombligo, su espalda, lo acomode de pansa a la cama y seguí besándolo, recorrí cada centímetro de su cuerpo, bese sus piernas nuevamente y el solo pedía que lo mamara, pero yo no lo hice, me arme de valor y comencé a besar sus nalgas, al principio fue solo eso, pero luego recordé como el lo hacia y empece avanzar hacia dentro de su trasero hasta pillarme con un ano rosadito. El se sorprendió y trato de librarse pero mi fuerza y porte mayor a la de el, hicieron ganar esa batalla que no pudo empezar, con mi lengua inexperta empece a saborear ese ano, el culito estaba bien limpio, se había bañado recién, ese aroma a flores de campo me recordaba el jabón liquido que uso en la ducha, mi lengua prosiguió adentrándose en el, dilatando su esfinter, la verdad me perdí, creo que estuve en eso como 5 minutos, el olor a limpio me volvía loco y solo chupaba, lamia y succionaba ese orto, el ya estaba en la gloria, su cuerpo temblaba a ratos y pedía que se lo mamara, cuando volví a mirar, su pene estaba hacia abajo presionado por sus testículos, como el estaba de pansa en la cama con las piernas abiertas pude ver ese pesado de carne ...