1. Pareja madura me corrompe a los 16 PT1


    Fecha: 02/12/2018, Categorías: Dominación Autor: violetamar, Fuente: SexoSinTabues

    Me mudo a una nueva ciudad y ellos me corrompen y me hacen su puta. Cuando cumplí 16 años me gradué de los estudios básicos, e ingresé a un instituto de cocina. Aparentemente tengo talento para ello, así que me inscribí a un concurso para tomar clases especializadas de cocina y repostería durante dos años en una ciudad al norte de España, la cual prefiero no especificar. El concurso ofrecía a los pasantes alojamiento y alimentación en una casa de familia, lo cual no me pareció nada extraño, y les alegró a mis padres porque así estaría más segura y mejor cuidada; así que me presenté al curso, esperando por un mes los resultados. Llegaron los resultados, y fui recibida en el grandioso curso. Me indicaron que debía llegar un viernes a la ciudad puesto que las clases iniciaban el lunes, y era necesario que me familiarizara con mi nuevo lugar de residencia. Tomé un vuelo la misma madrugada del viernes, a eso de las 5 de la mañana, y para las 6 ya estaba en el otro aeropuerto. Al llegar, había un grupo de jóvenes de todas partes de España que también se había presentado, y una mujer. Cuando nos reunimos todos nos guió hacia afuera, donde nos esperarían nuestras nuevas familias. Fue dejando a uno por uno, la mayoría se iba con una pareja y sus hijos. Cuando fue mi turno, me guió hacia una pareja relativamente joven. Como supe después, ambos estaban sobre los 40 años, ella tenía 40 y el hombre 43. La mujer era muy sensual, tenía el mejor cuerpo que he visto en persona: unos pechos ...
    ... enormes, pero sin ser bastos, un trasero espectacular, y unas piernas gigantescas, y una cintura demasiado pequeña, además su cara era adorable. El hombre era alto, fornido, con unos músculos que se marcaban bajo la camisa; se notaba que ambos se ejercitaban mucho. Me parecieron una pareja muy sexy. Nos presentamos. Cambiaré los nombres por seguridad. Ella se presentó como Martina, y él como Jacobo. Yo les dije que mi nombre era Luisa, ellos contestaron que ya lo sabían, pues lo habían leído en el expediente, es decir, ellos ya sabían que yo iría a vivir con ellos. Nos montamos en el coche, en un viaje que duró unos 10 minutos, en los que me mostraron las partes de la ciudad y me explicaron cosas básicas. La casa estaba en un barrio muy elegante, cada casa estaba separada de las otras por grandes parcelas de tierra, además, cada casa tenía rejas muy elegantes, y jardines muy hermosos adentro. Me sentía un poco mal porque siempre fui de origen humilde. Aparentemente ellos notaron mi expresión de tristeza. Martina dijo: -No te preocupes, es normal que te sientas rara al principio, pero nosotros haremos todo para que te sientas mejor y te acostumbres. Te trataremos como si fueras nuestra propia hija; nunca tuvimos una hija, claro, pero haremos un esfuerzo contigo-. Me sentí aliviada. Entramos, nos sentamos en la sala. Jacobo se sentó en un sillón sólo para él, y Martina y yo nos sentamos en un sofá amplio lleno de cojines. Cuando quité un cojín para sentarme, vi un consolador ...
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