1. Algo duro en mi espalda


    Fecha: 03/12/2018, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... su semen caliente en el fondo de mi vagina.Sentí otra oleada de placer cuando su verga ya un poco fláccida se retiraba despacio.Noté como se levantaba de la cama y se encerraba en el baño. Me pareció algo raro, ya que Víctor acostumbra a abrazarme después de acabar dentro de mi cuerpo…Pude oír el agua de la ducha correr y entonces abrí mis ojos, para descubrir una sorpresa increíble: Víctor estaba acostado frente a mí, en esa enorme cama de hotel.Me sonreía, mientras yo seguía estando acostada de lado, sintiendo cómo de mi concha continuaban saliendo restos de semen que resbalaban por el interior de mis muslos, empapando las sábanas…Cerré mis ojos otra vez y volví a abrirlos, pensando que estaba viendo visiones o todavía estaba soñando una mala pesadilla. Pero todo era real; estaba viendo a mi marido acostado frente a mí, sonriéndome…También él estaba desnudo, con su verga tiesa y empalmada a punto de estallar.Yo no entendía absolutamente nada; acababa de tener sexo con otro hombre y delante de él!!... Y para colmo, yo misma me había hecho penetrar por esa pija!!!.Entonces comencé a darle vueltas a lo de la noche anterior, cuando Víctor me había comido la boca después de lamer mi cuerpo bañado en champagne y no sentir ese sabor en sus labios.Eso significaba, que quien había lamido cada poro de mi piel, mi cuello, mis tetas, mi vientre, hasta mi concha… había sido el mismo que ahora se estaba duchando…Miré fijamente a Víctor directamente a los ojos, pero se adelantó para ...
    ... decirme, como si me hubiera leído el pensamiento, que solamente él me había estado cogiendo la noche anterior mientras yo estaba con mis ojos vendados.El otro hombre solamente había lamido todo mi cuerpo, terminando en una chupada de concha como nunca había sentido; me había hecho estallar en un intenso orgasmo. Pero no me había penetrado…Pero también me dijo que lo de la mañana, había sido cosa mía; aunque no me sonó a recriminación…Me dijo que ése había sido su regalo de aniversario: un verdadero juguete sexual de carne y hueso en lugar del mismo consolador color negro que usábamos siempre…Cuando mi juguete sexual salió del baño, quedé encandilada con esa visión: era un chico que apenas rozaba los veinte años, unas espaldas bien anchas, un cuerpo musculoso y una atractiva sonrisa. Llevaba una toalla en su cintura, debajo de la cual podía ver una tremenda erección de esa verga enorme que acababa de cogerme…Pero Víctor no me dejó disfrutar mucho tiempo de semejante visión. Enseguida me empujó de espaldas y me abrió los muslos con sus manos, mientras su verga erecta buscaba entrar entre mis humedecidos labios vaginales…Cerré por un momento mis ojos y me entregué al placer que me daba Víctor con su poderosa verga empalada en mi concha. Gemí al sentir sus labios en mi cuello.Acabé como una perra en ese preciso momento, mientras sentía la pija de mi esposo a punto de estallar dentro de mí, lo que sucedió unos instantes después.Apenas se salió de mi cuerpo, Víctor se acostó boca arriba ...