1. Sergio, mi compañero de piso


    Fecha: 05/12/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... Quedamos en que al día siguiente iríamos a cenar y a tomar unas copas juntos. Yo estaba tan contenta que me fui de compras para preparar súper bien la cita. Sabía que iba a caer y llevaba muchísimo tiempo imaginando ese momento, cómo sería arrancarle la ropa con los dientes y follármelo en cada una de las habitaciones de la casa. Soñaba con que tenía una polla enorme que llenaba todos los agujeros de mi cuerpo con intensidad. Me imaginaba cómo sería oírlo gemir y gritar, moverse como un animal dentro de mí estirándome el pelo y arañándome la espalda. Quería que me follara de forma salvaje y sin miramientos, que me metiera mucha caña aunque no pudiera caminar al día siguiente. Me compré un conjunto de ropa interior increíblemente erótico, el más guarro que encontré. Con un corsé que me apretaba tan tetas hinchándolas como globos y unas ligas que se ajustaban perfectamente a mis muslos. El tanga era minúsculo. Todo de encaje negro y semitransparente .Elegí un vestido también negro de raso con un escote de infarto y largo hasta media pierna. Me subí a los tacones más altos que encontré y también pasé por un centro de belleza. Aquello era un acontecimiento que había que preparar con antelación. Después de comprar todo lo que necesitaba y prepararme a conciencia para él, volví a casa. Guardé todo lo que había comprado y me dispuse a darme una ducha reparadora puesto que estaba agotada y el gran momento era al día siguiente y quería estar fresca como una rosa. Me estaba ...
    ... enjabonando el cuerpo cuando de pronto alguien abrió la puerta dándome un susto de muerte. Era él. Acababa de llegar y pensaba que no había nadie en casa. Se disculpó pero yo le dije que si necesitaba usar el wc que no se preocupara que a mí no me importaba y tras ponerse colorado me dijo que vale, que no aguantaba más. Así que y seguí duchándome mientras miraba de reojo cómo se desabrochaba la cremallera de los pantalones. Me puse muy bruta con esa situación, tenía un morbo increíble y se me pusieron los pezones muy duros. Él terminó su tarea y se fue. Y yo me quedé cachonda perdida bajo el chorrito de agua tibia que caía por mi cuerpo. Puse un poco más de jabón entre mis manos y las pasé por mis tetas hinchadas acariciando en circulitos mis pezones. Me estaba poniendo a mil. Cogí el mango de la ducha y dirigí el chorro hacia mi coño, mientras seguía tocándome un pezón. Sin darme cuenta empecé a gemir, estaba a punto de correrme, pero oí un ruido. Paré un poco para ver a que se debía pero sin poder parar del todo de tocarme y a través del espejo vi que la puerta no estaba del todo cerrada y percibí una sombra tras de ella. Era Sergio. Me estaba espiando. Al darme cuenta de eso me entró un calor tremendo por el cuerpo que me recorrió entera. Fingí no darme cuenta de nada y seguí con lo mío como si estuviera sola. Levanté la pierna y la apoyé en el borde de la bañera. Desde esa perspectiva podía verme el coño completamente abierto, rojo…todo para él. Vi la sombra de su brazo moviéndose ...
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