Ana y mis dos compañeros
Fecha: 06/12/2018,
Categorías:
Anal
Sexo con Maduras
Voyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
Ese sábado por la noche mis antiguos compañeros de la secundaria habían arreglado una cena de encuentro; tal como lo estábamos haciendo durante los últimos años. Esta vez, las esposas también habían sido también invitadas…Ana había elegido usar un conjunto bastante provocativo: un vestido negro muy corto, sin breteles, con la espalda descubierta. Algo realmente muy sexy…Apenas nos sentamos a la mesa con otras dos parejas, pude ver que los pezones de mi mujercita estaban erectos; marcándose visiblemente a través de la delgada tela del vestido. No llevaba corpiño, ni tampoco siquiera una tanga…A medida que transcurría el tiempo, la reunión se iba poniendo aburrida, pero Anita cada vez se veía más alocada. Ella bailó con algunos de mis compañeros que habían asistido sin sus esposas…Cuando regresó a la mesa luego de un baile especialmente sensual, me comentó:“Algunos de tus amigos tienen las manos bastante rápidas y atrevidas…”Por ello me imaginé que le habrían estado toqueteando el culo y, hasta alguno más lanzado, podría haber comprobado que mi sensual esposa no usaba ropa interior…Un rato más tarde, después de bailar unos temas lentos en brazos de Juan Carlos, uno de los pocos solteros del grupo, Ana me hizo un gesto desde lejos con su cabeza. Señaló a una salida lateral y se dirigió hacia allí tomando la mano de su nuevo amigo.Los seguí con algo de curiosidad. Al pasar esa puerta, caminé por un pasillo poco iluminado. Detrás de una puerta escuché voces y reconocí la de mi ...
... esposa.Al entrar, comprobé que se trataba de un pequeño cuarto de planchado, con una pesada y robusta mesa de algarrobo en el centro.Anita y Juan Carlos estaban allí. Mi antiguo compañero sonrió y ella dijo:"Amor; esto es lo que quiero, aunque el lugar no sea tan cómodo…”"Todo bien por mi parte… Me gusta, es algo espontáneo…” Respondí excitado…Juan Carlos no dijo nada pero, ya con mi consentimiento, levantó a Anita por la cintura y la depositó sobre la pesada mesa. Se paró entre las bronceadas piernas abiertas de Ana, que colgaban del borde de la mesa. Comenzó a besarla, mientras sus manos se deslizaban por sus muslos. Enseguida levantó el ruedo del vestido, dejando al descubierto los rosados labios vaginales de mi esposa. A pesar de la poca iluminación, pude ver la humedad brillando en esa delicada raja depilada…Juan Carlos posó su mano justo allí, cubriendo esos labios humedecidos.Ana gimió con placer, al sentir que le masajeaban la concha con expertos dedos. Pronto él cayó de rodillas y hundió su cabeza entre los muslos entreabiertos de ella, comenzándole a lamer y chupar la concha…Mi esposa apoyó sus manos atrás y se recostó un poco, comenzando a gemir más alto, estando ya totalmente entregada a los deseos de mi compañero.Pronto Juan Carlos se enderezó y tomó a mi esposa por los cabellos, arrastrándola hasta el piso, mientras su otra mano desabrochaba sus pantalones con urgencia. Le mostró a mi mujercita una poronga mediana y ya bastante endurecida; que Ana no tardó en ...