Secretos en los suburbios (Cap. 02)
Fecha: 06/12/2018,
Categorías:
Incesto
Lesbianas
Autor: Incest_Lover, Fuente: CuentoRelatos
... ¿no es cierto?- pregunto Alberto -Sí, papiii, mmmmm, nos encanta sentir tu dura verga dentro de nosotras, ahghhhh.- respondio Karina. -Mmmmm, que rico es sentir tu polla entrar y salir de nosotras, ufffff, somos tus zorritas, papa.- añadió Mónica Finalmente el hombre no pudo más y termino por correrse una vez más descargando su leche dentro del culo de Karina. Mónica se lanzó rápidamente al ojete de su hermana donde se dedicó a degustar nuevamente la corrida de su padre. Cuando hubo recolectado todo lo que pudo una vez más se unió a Karina para compartir su preciado tesoro con ella. Carla también había estallado nuevamente uniéndose al placer de aquella incestuosa familia por tercera ocasión. Alberto observo satisfecho como sus hijas compartían su leche pero pronto se dio cuenta de lo tarde que era. -Bueno chicas, será mejor que vayamos adentro. Tenemos que darnos un buen baño y yo tengo que regresar a terminar mi trabajo.- dijo el hombre ayudando a sus hijas a ponerse de pie. -Pero no es justo papa, yo también quería sentir tu leche salir disparada dentro de mi.- se quejó Mónica. -Moni tiene razón papi, es justo que ambas recibamos lo mismo. Yo deseo sentir como me bañas con tu semen.- añadió Karina. El hombre suspiro nuevamente, parecía que aquel día no lograría terminar su trabajo. ¿Qué clase de padre podría negarse a complacer a sus hijas? Sujetando a cada una a su lado por las caderas los tres se encaminaron de regreso al interior de la casa dispuestos a continuar con ...
... su diversión. Carla también estaba hecha un asco. Sus jugos escurrían por sus piernas haciendo un charco en el césped donde estaba parada. Respirando agitadamente permaneció quieta asimilando todo lo que había presenciado. Una vez que se escuchó la puerta de la cocina cerrarse y las voces alejarse, recompuso sus ropas y corrió a prisa de regreso a su casa aun excitada por lo sucedido. Afortunadamente su madre aún no había regresado. Volvió a encerrarse en su habitación con las vividas imágenes de lo que había visto rondándole por la cabeza. Se cambió las húmedas bragas por unas nuevas y se acostó en la cama. Aquellas nuevas amigas suyas eran en verdad algo especial. Carla se preguntó cómo habían terminado en aquella relación prohibida e inmoral con su padre. No estaba segura de poder volver a verlas la cara o siquiera estar cerca de ellas sabiendo lo que sucedía en su casa. Sintió una punzada de celos por ellas más que nada por tener un padre que las quería, de un modo nada apropiado pero aun así las quería de verdad. Pensó también en su propio padre quien seguramente estaría revolcándose con su joven amante sin recordar siquiera que tenía una hija. Pues al diablo con él, Carla se merecía algo mejor, merecía tener un padre que la quisiera como el de sus amigas. Si, que la quisiera como a ellas, que la follara como a ellas. Sus bragas volvieron a humedecerse mientras recordaba la verga de Alberto y los gemidos de las chicas. ¿Qué clase de pensamientos estaba teniendo? ¿Cómo ...