Historia de Juan mi "cliente" y su madre
Fecha: 07/12/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Masturbación
Sexo Duro
Autor: delmos2007, Fuente: xHamster
... entonces la digo:“Vaya, parece que ya estas cachonda y comienza a salir al exterior la puta que llevas dentro. Esto seguro que te está gustando zorra más que las pajas que te haces en el bidet, verdad”.Al oír esto se puso roja como un tomate. No se esperaba que yo estuviera al tanto de sus frecuentes masturbaciones. Pero la furcia ya había llegado a un punto de no retorno. Por mucha vergüenza que pasara y por muchos remordimientos que tuviera, la calentura que tenía en ese momento en el coño, podía más que todo, entonces ella hablándome más alto me dice:“Siiiii…..me gusta, me gusta mucho hijooooo…siiiiii estoy disfrutando muchismooooo….sigueeeee….sigueeee quiero que me ayudes a sacar para ti la puta que soy y que llevo dentro….sigue por favoooooorrrr.”Estuve todavía un rato más sobándola y pajeándole el coño, hasta que decidí que a mi madre tenía que ponerla aún más cachonda. Así que la senté en el borde de la cama, la abrí de piernas todo lo que podía y empujándola con delicadeza su cuerpo hacía atrás hice que se echara de nuevo con medio cuerpo sobre mi cama y me dispuse a hacerle una buena comida en su coño. Me coloqué de rodilla entre sus piernas, a la guarra le olía el coño una barbaridad. Entre lo mojada que estaba, y la pelambrera totalmente empapada de sus jugos, el olor a hembra yo creo que se podía detectar a decenas de metros a la redonda. La verdad que me costó un poco empezar la comida de su almeja, dada la cantidad de pelos que tenía en su chocho, pues la ...
... tapaba literalmente su raja, entonces con mis manos pude ir separándolos poco a poco hasta que conseguir dejar bien al descubierto su hermosa y brillante raja. Entonces arrime mi cabeza a su raja sacando mi lengua comencé a darla lamidas de arriba abajo y poco a poco fui entrando con mi lengua por primera vez una parte de mi cuerpo dentro del de mi madre, saboreaba el sabor de sus jugos, (los cuales Esperanza puedo decirte que me encanta tragármelos igual que cuando lo hago contigo), seguí lamiéndola y chupándola y llegue a su clítoris entreteniéndome en chupársele, succionársele e incluso darle pequeños mordisquitos. Ella no hacía más que chillar del gusto que mis caricias le estaban proporcionando. Yo sabía bien como tratarle esta deliciosa parte de su cuerpo y más sabiendo que nunca antes en su vida la habían hecho una comida de coño, se estaba derritiendo de gusto y me decía chillando:“¡Sigue cabrón!...¡Sigueeee!...¿Qué me estás haciendo? Me arde el coño…..ooooohhhhh pero que placer me daaaassss sigueeee….sigueeee hiiiiijooooooo….no pareeees por favoooorrr no pareeeeesss.”Y mientras decía esto no paraba de chillar y resoplar. Y de apretarme la cabeza contra su chochazo. Que menudo chocho tenía la cabrona por cierto. Era un chochito rosita y para haber parido, no le tenía demasiado dado de sí, pues cuantas mujeres mucho más jóvenes lo tienen bastante más abierto que ella, la verdad es que da la sensación como que no hubiera parido, aunque de eso estoy seguro que si lo ha hecho, ...