La Fabi nos saca las ganas
Fecha: 08/12/2018,
Categorías:
Sexo Oral
Autor: ámbar coneja, Fuente: CuentoRelatos
... batería para su celu. Me puse como loco cuando me confió que la Fabi le sacó cuatro lechazos en ese rato! Apenas se fue, la Fabi me dijo: ¡bajate el pantalón, así te doy tu regalito de cumpleaños! Lo hice con una lentitud que me ridiculizó. Me paré delante de su cama, y la Fabi me rozó la verga durísima con sus uñas sobre mi calzoncillo. Luego olió y besó mis piernas, le echó una escupidita a mis huevos por entre la tela, me mordió la puntita y agarró ese sancocho de pija entre sus manos para apretarlo. Me bajó el calzoncillo, recorrió con su lengua insoportablemente todo mi tronco sin tocarme la cabecita, templó mis huevos en el calor de su mano sudada, me los besuqueó y lamió mi ombligo. Entonces, primero resoplaba en el cuero de mi pene, y después me la calefaccionaba con su aliento. Ni siquiera llegó a tenerla en la boca. Apenas dijo: ¡te gusta cochinito?!, me sacudí con estrépito, felicidad y con toda la leche sobre su rostro. Ninguno decía nada. Me pareció extraño que ni me haya querido cobrar. Dudé en si irme o quedarme para pedirle otro pete. Y, en medio de esa incertidumbre aparecieron detrás de mí el Juani y Bruno, dos pibes del barrio con los que siempre jugamos a la pelota. Bruno prendió una estufita eléctrica, porque se ponía cada vez más fresco, nos convidó unas galletitas y se bajó el pantalón para acercarle el pito a la boca a la Fabi, que ni se mosqueó. La abrió para pasarle la lengua, olerlo y lamerlo con alegría, y pronto se lo devoraba como a un cañoncito ...
... de dulce de leche. La oíamos respirar acompasando con sus piernas al ritmo de su mamadita, e hipar y absorberle hasta los poros, y nos poníamos más al palo. El Juani peló la chota y se dispuso a pajearse, hasta que se aproximó a la Fabi para pedirle que sus manos lo hagan por él. Yo también me pajeaba inmovilizado por lo que veía. Especialmente cuando la piba se las chupaba un poquito a cada uno apenas el Juani se pegó a la derecha de Bruno. Al Juani le saltó la leche en las manos de la guacha, y ella se las pasó por la cara como si fuese una crema revitalizadora, justo cuando la verga de Bruno colapsaba la capacidad de su garganta, acostumbrada a tales demandas. En ese momento yo no pude con la intriga y la destapé de una. Tenía solo una bombachita negra, la piel afiebrada y húmeda, las piernitas cruzadas, y no había sábana entre su cuerpo y el colchón. Empecé a chuparle las tetas, y entonces la Fabi se sacó la bombacha, se abrió de piernas como si ya nada tuviese otra solución, y me dijo: ¡comeme la concha taradito! No sabía si hacerlo o dejarle esa tarea al Juani. Pero lo hice, mientras su boquita se aferraba a la verga de Bruno. Le mandé lengua y dedos a lo loco, porque su aroma me encegueció en cuanto junté mi nariz a los labios gruesos de su vagina mojada. El Juani ahora le pasaba la verga por las tetas cuando mi boca se llenaba con los jugos agridulces de la morocha, mi lengua le activaba todo el fuego de su clítoris, y Bruno seguía disfrutando del pete que le hacía su ...