A LOS TRECE DI MI PRIMER MAMADA - Relatos Eróticos

A LOS TRECE DI MI PRIMER MAMADA

Este relato que comienzo hoy, es sólo el principio de la historia de mi vida, de cómo los hombres que se cruzaron por mi camino me fueron convirtiendo en la puta que soy ahora. Comencemos… desde los 13 años que soy cross, cuando me quedaba sola en casa me ponía la ropa de mi hermana mayor y me masturbaba, me encantaba mostrarme por webcam y calentar a todos los viejos (en ese entonces yo les decía viejos a casi todos los chicos de más de 20, jaja, qué mala). Como todo nene irresponsable no tomaba ningún recaudo para sacarme fotos hot por toda mi casa, ni tampoco me tapaba la cara cuando me mostraba por cam. Todas las tardes cuando mis papis y mi hermana me dejaban solo en casa, me vestía super puta y me ponía a chatear, hasta que un buen día sonó el teléfono: era nuestro vecino de la vuelta, Osvaldo, muy amigo de la familia, divorciado y putaniero, que quería pasar a buscar unas herramientas que le había prestado a papá. Le dije que estaba solo y no sabía ni dónde estaban sus cosas, que llame después, pero insistió tanto que tuve que cambiarme rápido para ir a abrirle. Lo hice pasar y me preguntó “a qué hora vuelven tus papás”, le dije que en 2 o 3 horas, y ahí me di cuenta que no quería buscar ninguna herramienta, directamente me acorraló contra una pared y me dijo que me había visto vestida de mujer, que tenía una cola divina y quería verme con ropita. Yo me espanté mucho y obvio le dije “estás loco no sé de qué hablás, andate ya de acá o empiezo a gritar”. En ese mismo ...

... instante se enojó y mucho, me tomó del cuello y me gritó “date cuenta que no estás en condiciones de exigirme nada mocoso, ¿o querés que le cuente a todo el mundo que sos un marica? Vas a hacer lo que yo te diga, ¿me entendiste? Ponete la ropa que tenías recién, ¿dónde la tenés?” Temblando y casi en llanto le dije que en mi cuarto, subimos las escaleras mientras le manoseaba y una vez allí me hizo ponerme la tanga, la pollera, la remerita rosa y las sandalias de mi hermana. Como no paraba de lloriquear él trató de consolarme, me dijo que era hermosa, que tenía un cuerpo un cuerpo infartante y me preguntó si ya había estado con algún hombre. Respondí que no, que solamente me gustaba ponerme ropita e histeriquear, que por favor se vaya pero él insistió en que sólo quería hacerme unos mimos, me abrazó por detrás y me manoseó todo el cuerpo mientras me chupaba el cuello y las orejas. Pude sentir su pedazo re duro dentro de sus pantalones, rozando mis nalgas, me hizo ponerme en 4 sobre el colchón, me levantó la pollera y bajó mi tanguita hasta las rodillas… y comenzó a besarme la cola, a lamerme el agujerito, me mordía los cachetes e intentaba meter su lengua en mi ano virgen. Yo no podía más que gemir, nunca había gemido como una hembra pero me salía de lo más natural, se me fueron los nervios al toque. De repente se tiró encima de mí y me besó apasionadamente, me dio un poco de impresión sentir su barba pinchuda, su aliento a tabaco y cerveza pero no le dije nada, mientras tanto se ...