Mariangeles y Don Berto
Fecha: 11/12/2018,
Categorías:
No Consentido
Sexo con Maduras
Autor: sexand rock, Fuente: CuentoRelatos
... gemir de una manera diferente. El viejo tironeo de los costados de la tanga hasta que la rompio y despojo de su prenda a la chica, quedando expuesta su delicada concha. La boca del viejo resumaba saliva y se zambullo sobre esa preciosa raja y comenzo un chupeteo impresionante, salvaje al principio y luego mas lento, buscando los labios y el clitoris de la chica y salivandolos y chupandolos de una manera que tambien hacia efecto en la muchacha, que ahora gemia de placer. Continuo el viejo con los lamidos y caricias, busco con un dedo entrar en la concha y lo logro, sintio el quedo gemido de la chica y no pudo aguantarse mas. Se irguio frente a la muchacha, tomo su duro miembro y lo aproximo a esa humedecida concha, empujo un poco y luego embistio con fuerza y la penetro completamente, el viejo sintio un placer desmesurado al estar cogiendose esa preciosura, que tantas veces habia deseado al verla pasar y ahora la tenia toda para el. Empezo a moverse hacia adentro y afuera, con delicadeza, gozando cada momento y le parecio que la chica tambien estaba disfrutando. Empezo a aumentar el ritmo de las embestidas y se dio cuenta que iba a eyacular, siguio un rato mas hasta que le parecio explotar ...
... en un orgasmo brutal. Por un rato quedo exhausto despues de su esfuerzo, se movio de costado y libero los pies de la chica de las ataduras, ella parecia no reaccionar. Le quito la mordaza y tambien la libero de las ataduras de las manos. Mariangeles parecia estar en el limbo, todavia sin comprender que habia ocurrido. Don Berto experimento la imperiosa necesidad, viendo a la chica en ese estado, de chuparle la concha nuevamente y asi lo hizo. En un santiamen estaba entre las piernas de la chica prodigandole una nueva y energica lamida a esa jugosa concha, viendo como la chica empezaba a suspirar y gemir. Don Berto se exigio a si mismo, lamiendo a mas no poder los labios y el clitoris de la muchacha, por largos minutos hasta que la chica profirio un largo suspiro de placer y tuvo un orgasmo intenso. Luego le dijo a la chica que podia ir al baño y si tenia otro short o algo que ponerse porque el que traia estaba roto. Mariangeles fue al baño, se cambio y puso otro short que llevaba y Don Berto la acompaño hasta la puerta. Mariangeles no hablaba y camino a su casa pensaba, confusamente, que habia sido abusada por ese viejo verde pero extrañamente, despues de todo, al final le habia gustado.