Los compañeros de mi padre...
Fecha: 12/12/2018,
Categorías:
Gays
Primera Vez
Autor: renovatio111, Fuente: xHamster
... hasta mis anginas; yo me ahogaba y tenía que sacarla unos segundos. Una vez que la tenía fuera, aprovechó para bajarse un poco los pantalones y calzoncillos, se dio media vuelta y agarrando sus nalgas, puso su ojete delante de mis narices, "lame un poco aquí" me dijo, y lo hice. Era el primer ano que lamía, sabía un poco amargo, pero me gustaba. Duró poco, porque enseguida se giró de nuevo y volví a chupar el palo, hasta que lanzó un fuerte gemido, noté que la verga se hinchaba un poco más y su leche inundó mi garganta. No podíamos perder tiempo, después de darme un beso en la boca hurgando ligeramente con la lengua, me preguntó dónde estaba el servició, me coloqué el calzoncillo y lo acompañé, allí se lavó la verga mientras yo orinaba, luego salió para esperarme en el salón mientras yo me duchaba.Me vestí un poco y me senté a su lado en el sofá, mientras esperábamos a mis padres me contó que había venido porque el domingo querían hacer una comida en una finca de Gilberto con otros compañeros de la fábrica, pensaban invitar a mi padre, yo también podía ir, aunque no iban a invitar a las mujeres. En este tiempo, no dejaba de tocarme, al tiempo me decía que estaba muy guapo y que tenía una piel muy suave.Al final llegaron mis padres, efectivamente estaban comprando y llegaron cargados de bolsas. Saludaron a Gerardo y este le contó a papá el motivo de su visita. Que yo también estaba invitado le sorprendió a mi padre y puso mala cara en un primer momento, pero mamá dijo que ...
... debía llevarme así me distraía un poco y se me pasaba la rareza que iba arrastrando en los últimas semanas. En el fondo ella también quería quedar libre porque así iba a pasar el día con unas primas a las que mi padre no tragaba.La finca estaba a unos 40 km. de la ciudad por lo que fuimos en nuestro coche, pasamos a recoger a Gerardo a su casa y a otro compañero en su misma calle. Salimos a las 8 de la mañana de casa y llegamos hacia las 9. Fuimos los primeros, excepto Gilberto que estaba ahí desde el día anterior. Se trataba de una casita rodeada de campo y algunos árboles, situada en las afueras de un pueblo muy pequeño, parece que la compró para pasar los fines de semana con su mujer, pero quedó viudo al poco tiempo. Tenía dos hijos ya casados y algunos nietos, pero la relación no debía ser muy buena porque dijo que si no lo visitaban los amigos, siempre estaba solo. Nos recibió con un eslip y una camiseta, no hacía calor todavía a esa hora, pero él estaba dentro de la casa, seguramente se habría levantado hacía poco.Al los pocos minutos llegaron otros dos coches, con siete hombres más y el hijo de uno de ellos, el chico tendría unos 15 años y se llamaba Francisco Alberto, Fran para los amigos. También en uno de estos coches llegó David. Todos llevábamos ropa ligera, pantalón corto y una camiseta, desayunamos un poco con café, leche y algunas pastas. Luego dijeron de ir a dar un paseo por el campo y salimos en manada andando por un camino hasta llegar a un pequeño río, alguno ...