La pertenencia: (2) El beso
Fecha: 12/12/2018,
Categorías:
Dominación
Hetero
Autor: ibarra.heber, Fuente: CuentoRelatos
... casa." "Sí" Ya aprendió a no discutir "Pero te tengo que decir que no vivo en un lugar bonito." "Está bien, no te preocupes. Esta vez te voy a acompañar sólo hasta la puerta del edificio." ¿Hasta dónde tenía pensado acompañarla en otra ocasión? Otra promesa implícita que le alegraba. Por la hora tomamos un radio taxi. Juntos en el asiento trasero tomé su mano y las puse entre nosotros, cada uno sintiendo con el dorso el muslo del otro. "Mi vuelo sale en la noche, a las nueve, así que almorzaremos juntos" "¿Dónde mismo?" "No, en tu departamento." "No es realmente un departamento, más bien es como un cuarto." "Perfecto, almorzaremos en tu cuarto entonces. ¿Tienes una mesita donde quepan dos platos y dos sillas donde quedemos a una buena altura en la mesa?" "Sí, eso tengo" dijo con una risa liviana. "Saliendo del trabajo vas a pasar a recoger nuestra comida, tú sabrás de dónde. De lo que almorzamos hoy te puedes hacer una idea de mis gustos." Siendo sólo una pieza, para poder mantenerla limpia a lo más tendría una cocinilla para calentar el agua. Comer afuera sigue siendo más barato que arrendar un departamento de dos ambientes. "Bien" Se había dado cuenta con eso que no la quería de cocinera, que llegar a que me tengan lista la comida no era sinónimo de una ...
... buena vida para mi. El taxi nos dejó pasadito la plazuela Riosinho. Bajamos por las escaleras de una callecita con jardines precarios hasta la puerta de un edificio antiguo de cuatro pisos. "Aquí vivo" Una luz débil iluminaba su sonrisa. "¿Qué te parece lo que ves?" Levantó los brazos, un gesto que podía indicar la cuadra o a ella misma. Opté por lo segundo. "Llenaste todas mis expectativas" Me acerqué, contuvo la respiración por un par de segundos, bese su mejilla. "Me gustó mucho lo que me encontré hoy." Busque sus labios y los encontré entreabiertos, listos para mi beso. Nos besamos, no me dejó besando sólo. Al separar mi cabeza vi que tenía los ojos bien abiertos, como sorprendida de lo que había pasado, de lo que había hecho. "Entonces almorzamos aquí mañana." "Sí" Ahí me di cuenta de que no me había llamado por mi nombre después de que me identificó en el primer encuentro; mientras que yo sí por el suyo, unas pocas veces. "Puedo quedarme hasta las seis en el trabajo para tener más tiempo de refrigerio." Me despedí y sólo la vi entrar por el pasillo de acceso. No esperé caballerosamente a que la luz indicará que había cruzado la puerta de su pieza, ni como enamorado a que quizás se asomara para mirar. Ya no seguiré repitiendo que me fui sin mirar atrás.