CONOCIENDO LA ZOOFILIA - Relatos Eróticos

CONOCIENDO LA ZOOFILIA

... dije si señor no hay problema, si quiere puede quedarse aquí para que se vaya familiarizando con las cosas y con los perros y para que Ángela la ponga al tanto de todo, le dije bueno y entonces se fue a su oficina, yo me quede ahí y entonces Ángela, me dice el doctor es muy bueno, el me ayudo a terminar mis estudios y ahora me ayudo para entrar a la universidad, luego ya me indico en detalle todo lo que tenía que hacer, claro está, que los perros no se me acercaban tal vez porque no me conocían, entonces Ángela me dice yo mañana viajo en horas de la noche, ya tengo todo listo, me dijo que sea bien puntual en mi horario porque eso le gustaba al doctor y usar el uniforme que se utiliza, que era un vestido entero con botones al frente más bien corto, de color azul oscuro y medias tobilleras y baletas, me pidió la talla y numero de calzado y llamo a la oficina, al rato llegaron con ellos, me los medí me quedo bien y bueno ya a eso de las cinco de la tarde me despedí y me fui a la casa, ya en horas de la noche le conté a mi papá lo que me tocaba hacer y le dije de los perros, que no eran muy amigables conmigo, el me dijo ha de ser por lo que eres nueva. Bueno para resumir, le diré que comencé a trabajar al día siguiente ya me toco sola prácticamente, los perros seguían con su particular comportamiento, no me atacaban pero tampoco eran amigables conmigo y así transcurrió más de un mes, un día estaba en la pieza asignada para descansar, cuando en esas llego Bruno y se asomó en la ...

... puerta, lo llame para tratar de hacérmelo amigo, pero no quiso entrar, solo me miro y después se marchó, por lo general ellos se mantenían jugando en un patio trasero inmenso que había, la mita en cemento y la otra parte en grama y sembrado con unos árboles, yo les daba el alimento y los hacia jugar con unas pelotas, Bruno era el más ágil, Lucas por la edad era más calmado, se dejaban acariciar, pero era como que no me había ganado su confianza, bueno así transcurrió como dos meses más, todo era una rutina diaria, el trabajo era suave, pero un día estando en mi pieza, llego Bruno como siempre lo hacía, entonces lo llame y entro y se me acerco, le acaricie la cabeza y entonces como estaba recostada mirando televisión, me respondió dando una lamida en la cara y moviendo su cola, yo me alegre porque era la primera vez que actuaba así, bueno el caso es que los días que siguieron, fue como que me fui ganando su confianza, ya jugaba conmigo yo lo correteaba a él y viceversa, se paraba en sus patas traseras y quedaba prácticamente de mi tamaño, era un poco tosco a veces pero por lo menos ya me había ganado su confianza, un día, llego y entro a mi pieza como ya era su costumbre yo recostada mirando televisión en esas después de lamerme la cara, me lamio mis piernas en la parte de los muslos, no le dije nada, pero si me hizo erizar mi piel, fue una sensación muy especial el sentir esa lengua áspera en mi piel, y se salió, al rato regreso y otra vez me lamio las piernas e incluso lo hizo ...