Amatista -6
Fecha: 13/12/2018,
Categorías:
Dominación
Autor: perrofiel, Fuente: CuentoRelatos
... movimiento, doy la vuelta al cinturón estirando de la cuerda, la paso debajo de la nalga y nueva vuelta a los testículos -. Flor, la cuerda hacia el otro lado de la cama y lo mismo. Asegúrate de que quede todo bien sujeto - alargo la cuerda al lado derecho del somier. Casi no llego por la tensión en la cadera izquiera, por el tirón que noto en los huevecillos. Por fin consigo sujetarla en el lateral izquierdo, la dar la vuelta en el cinturón, cadera derecha, imposibilitando cualquier movimiento de las piernas y de la cintura. Otra vuelta a los huevecillos, estirados ahora también hacia atras. La pollita dura evidencia la excitación que siento, inclinada un poquito hacia los pies por la tirantez de la cuerda que sale desde el cinturón por ambos lados -. Mmmm asi estás como te mereces putita, que con lo salida que estás eres capaz de follarte hasta el vecino, ¿no es así, perrita? - asiento con la cabeza dejando escapar un suspiro -. No te oigo puta. - Si Señora, estoy tan caliente que me follaría lo que pillara por delante. - Eso está mejor, que se te oiga bien. Pero... Se te escapa algo... Las putas como tu no follan, os follan, os montan, os abren el culo o el agujero que querramos las demás, sobre todo yo, ¿no es así guarra? - Si Señora - mi respuesta no tarda en llegar, entre suspiros. - Si se nota. Solo tienes que verte cómo estás. No paras de moverte y eso que estás bien atadita. Y para de mover las caderas... ¿o qué vamos a pensar de ti? - se hace unos segundos de ...
... silencio -. Sé que no estás tan excitada solo por el uso que estoy haciendo de ti, que hay algo más que te está poniendo y que te humilla solo con pensarlo, ¿me equivoco? Realmente es tanto ya Su dominio, tanto el control que tiene sobre mi que todo lo tiene, mis pensamientos mi voluntad. Todo pasa por Usted antes, todo lo domina. - No Señora, no se equivoca. - Pero sabes que nada de lo que estás imaginando puede pasar. Que solo yo puedo pedir y dejar que te pasen esas cosas Que ni siquiera puedes pensarlas a no ser que yo te de libertad a tu imaginación, flor - asiento con la cabeza. No te oigo. - Si Señora, solo puede Usted decidir sobre esas cosas, incluso limitar mi imaginación, pensamientos. Prohibirme pensar en nada que no venga de Usted. - Eso está mejor. Ahora dime, con tu imaginación libre, descarada, ¿ qué perversión te tiene así ? - Señora, gracias - pienso unos segundos antes de seguir hablando -. Pensaba en la reacción que ha tenido hoy mi vecino, en las que pueda tener. Imaginaba que en algún momento que coincidiéramos en las escaleras, me llevara a un rincón, sin salida, que sin mediar palabra me obligara a hacerle una mamada, bajándose los pantalones rápidamente y que cuando terminase, llenándome la boca con su leche se fuera, dejándome allí, aún sin saber qué había pasado. - Sigue. - Señora, imaginaba que se convertía en una rutina, que me humillaba constantemente, con rapidez. Incluso desnudándome de cintura para abajo, abriéndome el culo a lo bestia. En tres o ...