Una serie de violaciones inducidas
Fecha: 15/12/2018,
Categorías:
BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... hablaba como si nos conociera, como si sintiera algún aprecio por nosotros pero también como si fuéramos animales u objetos y eso me enfurecía. Recordé que dijo que entre más rápido termináramos, se acabaría la sesión. Así que tome fuera y comencé a mamar la polla de Aiden para que pudiera terminar. Voz maldita: Pero que grata sorpresa mi querido Eli, si, si, si, sigue así. Estas convirtiéndote en mi favorito, esa energía y pasión no te la había visto nunca. Si, vamos, más. Los gemidos de Aiden empezaron a subir de volumen y su agitación al igual que su bombeo se incrementó, luego escuche un fuerte gemido gutural y sentí mi garganta llenándose de su leche. Escupí lo más que pude. Exhausto y abatido quede tirado en la plancha. Completamente molido. Voz maldito. ¡Bravo! ¡Bravo! gritaba extasiado. Lo han hecho muy bien. Pareciera que quieren seguir jugando mis pequeños pero sé que es por el efecto de la “pastillita azul que les di”. Elí mi querido Eli, lo has hecho de maravilla para ser tu primera vez, me has dejado completamente sorprendido. “Vamos” chicos agradézcanle a Eli les ha abierto su corazón. Sabía que si alguien podría quererlos ese era mi muñequito de porcelana. -Buen trabajo mis muñequitos. Se han ganado un diez absoluto. Ahora, hora de dormir. ¿Qué? Me quede pensando en lo que decía y entonces comencé a escuchar un “Psss” que provenía de alguna ...
... parte entonces un extraño olor impacto de golpe y comencé a experimentar mareos y sentir pesados mis parpados. Desperté. Estaba oscuro, solo unos haces de luces se filtraban por alguna rejilla. ¿Fue una pesadilla? Todo lo que había pasado. Pronto descubrí que no cuando que a mi lado estaba dormido Aiden, y del otro lado se encontraba Joey. Me incorporé al instante y pude ver como una silueta se alejaba del lugar. Me quede inmóvil, presó del miedo pues sabía quién era. Me levanté bruscamente y antes de que pudiera alcanzar la sombra negra que caminaba alejándose de mi vista, me vi detenido por los barrotes como de una celda. Estaba en una celda. Me di la vuelta cuando la silueta ya no estaba, me topé con los ojos de Joey, perdí el equilibrio sentí una fuerte punzada de dolor y caí al piso en mi trasero, el dolor se disparó, traté de no gritar y para lograrlo me apreté las piernas contra mi pecho. Me quedé ahí encogido cuando sentí que alguien se acercó a mí. Joey: Lo siento mucho, lo siento mucho, por favor perdóname -. Decía angustiado y con la voz cortada por el llanto. –Por favor perdóname. Se acercó suplicante. No pude decir nada, solo coloqué un brazo alrededor de sus hombros para intentar reconfortarlo. Nos quedamos hechos un ovillo ahí, llorando casi en silencio. Sentí como otro brazo nos rodeaba y pude saber que era Aiden que se unía a nuestro dolor.