Emputecida y Sumisa Capitulo 10 - Relatos Eróticos

Emputecida y Sumisa Capitulo 10

... se volvía a empalmar con su limpieza, empezó a mamársela salvajemente empleando la técnica que le había enseñado Rubén, y Rafa se puso todavía más cachondo cuando vio que mientras tanto lo masturbaba. Gabriela aprendió a relajar la garganta para poder meterse las pollas enteras hasta la faringe, al ser de menor tamaño que la de Rubén era más fácil, eso ninguna tía a Rafa había sido capaz de hacérselo. Cuando ya estaba bien empalmado empezó a follárselo literalmente por la boca, para correrse de nuevo dentro, obligándola a tragar todo el semen y volver a limpiarla. Se tumbaron en la cama y fumaron un cigarro. Le dijo que nunca un polvo había tenido para él tanto morbo, ya que se había acostado con pijas de clase y putas de pago, pero nunca con una niña bien, que resultara que follara como una puta de las pagadas. Ella estaba excitadísima, de nuevo más que por su bien hacer follando por el trato que le daba, además el que viera su culo roto provocó que pensara que era una puta auténtica, ninguna de sus chicas o sus amigas estaban tan bien entrenadas como ella en la cama, iba por delante de ellas, con sólo dos polvos de Rubén era una mesalina para este chico, el más macarra y chulo de la universidad. Mientras se daban un beso en la boca, se dió cuenta que por primera vez que se estaba metiendo en una espiral de vértigo de la que difícilmente podría salir, porque además le gustaba ser utilizada por el tío de turno, sólo así vió que tenía placer, no negándose a nada. En sólo tres ...

... meses ya le decían que follaba como una puta y que su cuerpo era el de una puta con todos sus tatoos y piercings, para los hombres era sólo eso, y lo que es peor le ponía, sentirse así. Por no hablar de los cambios que estaba experimentando en mi organismo por las pastillas que nuevamente volvió a tomar y que Rubén le había recetado, no había perdido kilos pero su cintura y culo habían crecido. El peor los hábitos que estaba cogiendo, los fines de semana descontrolados, con pastillas, speed, éxtasis, ....sin dormir una mierda, y entre semana porros después de clase. Al gimnasio sólo fue un mes, ya que con tantas drogas no le hacía falta y su cuerpo estaba matado como para eso, pero la verdad es que lo único que le importaba era Rubén, que le había dicho que el verano lo pasaría con él. Se quedaron dormidos, al día siguiente se levantó de la cama se metió en la ducha, tuvo que lavarse la cabeza ya que tenía restos de semen de su amante, se secó y salió del baño. Rafa no paraba de mirarla mientras se contoneaba, le encendió un cigarro y empezó a vestirme. El tanga no se lo pude poner porque estaba roto, así que tendría que volver a casa sin bragas, se puso el Wonderbra, las medias de rejilla y el vestido. A partir de ese día Rafa empezó a tratarla todavía peor, ya sin consideración alguna, igual que a una puta, y ya bajó otro peldaño más cuando la utilizó al mes siguiente como moneda de cambio, pero ya eso se los contaré en la próxima entrega. Cuando llegó a casa por la tarde ...