Teresa, despertando la puta que vive en su interior - Relatos Eróticos

Teresa, despertando la puta que vive en su interior

... todo hay unas putas otras santas aunque en realidad nunca sabes quién es quién. -(Al): Bueno al grano si consigues que Juan te vea desnuda, los hombres tendremos un buen tema de conversación y con lo buena que estás voy a poder fardar delante de ellos. El miércoles Alfredo, siempre a la hora de la siesta y sin mediar palabra, la puso a cuatro patas e fue introduciendo sus dedos lubricados en su culo hasta que el orificio quedó lo suficientemente abierto para penetrarla. Alfredo estaba alucinado para follare el culo a su mujer debía de tener bula papal y más diez años de ayuno. Era la primera vez que se lo había puesto tan fácil. Ni se quejó la muy puta, el estrecho orificio hizo que él se corriera enseguida. Mientras la agarraba del pelo con la emoción del momento Alfredo disfrutó insultándola, ella ni se inmutó. -(Al): Toma mi leche guarra, te gusta eh cerda, quiero que todos te vean desnuda, que sepan que eres mi perra. Veta a limpiar al baño zorra. (Y la soltó del pelo cayendo desfallecido). Teresa había estado preparando ese momento se puso sus zapatos de aguja cogió una tela semitransparente que utilizaba para no ir solo con el bikini del coche a la playa. Abrió lentamente la puerta de la habitación, caminó hacia el comedor. En la ventana de enfrente, que era la única que la podían ver si no avanzaba más, alguien había, eran unas sombras que no pudo identificar. Juan, Mari o su hija Lorena (Pensó) dejó caer la tela exponiéndose desnuda, la ...

... sombra desapareció, Tere dio un paso a delante con el ánimo de quedar expuesta en la ventana, en ese instante la sombra volvió a aparecer, se distinguía en sus manos una cámara con un objetivo tremendo. Se sentó en un taburete abriendo sus piernas todo lo que pudo, la sombra la apuntaba con su cámara seguro que la estaba fotografiando. Con la mano derecha masajeaba su clítoris e introducía los dedos en su vagina, la izquierda torturaba sus pezones pellizcándolos. Sentía mucho placer sacó su lengua relamiéndose los labios, le hubiese gustado aguantar más pero cuando entre gemidos silenciosos empezó a murmurar “Aquí me tenéis para que me convirtáis en vuestra puta obediente y sumisa” lo siguiente que vino fue un grito, un grito de placer, gritó a consciencia pues deseaba compartir su placer con los demás, se puso a temblar perdiendo el control de su cuerpo. Alguien la estaba inmortalizando disfrutando al máximo, no quiso parar, quiso mostrar lo que era capaz de gozar. Se masturbó frenéticamente, los orgasmos se solapaban, no recuerda el tiempo, tal vez fue poco, para ella fue eterno, tuvo que parar, se quedaba sin respiración, la cabeza le dolía, su corazón se le salía del pecho. Tuvo que parar convencida de que ya era una Puta. Continuará (Teresa es una mujer pero su autor es un hombre así que necesito el punto de vista femenino para continuar esta historia, Mujer ¿cómo te gustaría que continuase?) Podéis escribirme a piuvalenciaspain@gmail.com